El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha hecho frente a las acusaciones de la izquierda durante un Pleno extraordinario convocado por partidos como Más Madrid y el PSOE. Almeida subrayó que el acuerdo adoptado el 30 de septiembre sobre el denominado síndrome post-aborto no tiene carácter obligatorio, dado que los servicios jurídicos del Ayuntamiento han determinado que no se llevará a cabo.
Dirigiéndose a las formaciones de izquierda, el primer edil expresó: "Me piden que me retire por un acuerdo que se aprobó, pero que no se aplicará". Almeida presentó un informe jurídico que respalda su postura de ofrecer información sobre el aborto de manera voluntaria y sin obligación previa, alineándose con los criterios de las autoridades sanitarias y centrando la discusión en la promoción de la salud pública.
Según este informe, el Consistorio no tiene competencias asistenciales. "Cuando se trata de proporcionar información a las mujeres para que puedan tomar decisiones libres, es necesario recordar que en el ámbito asistencial, esa información es obligatoria y debe ser proporcionada. No corresponde al Ayuntamiento de Madrid dar esa información", aclaró Almeida, diferenciando claramente el ámbito asistencial del de promoción de la salud pública.
El Partido Popular (PP), con su mayoría, se opuso enérgicamente al primer punto de la agenda del Pleno extraordinario, que pedía al Gobierno municipal no poner en práctica el acuerdo sobre el mencionado síndrome en los centros de Madrid Salud, Espacios de Igualdad/CIAM y otros servicios sociales.
Asimismo, el PP desechó la solicitud de la izquierda de revisar el acuerdo de septiembre, subrayando lo que Almeida calificó como “una falta de comprensión” por parte de la oposición, a la que tildó de “indigentes intelectuales”. El alcalde recordó que el entonces teniente de alcalde bajo el Gobierno de Manuela Carmena, Mauricio Valiente, había indicado en 2018 que los acuerdos del Pleno no tienen carácter normativo.
Almeida realizó una referencia al informe jurídico que se había planteado en la enmienda del Pleno del 30 de septiembre. Dicha moción, que no fue aceptada por Vox, pretendía que el Ayuntamiento proporcionara información a las mujeres sobre los traumas del post-aborto, aunque su rechazo por parte del PP y Vox resultó en la caída de ambos puntos de la agenda.
El alcalde admitió que la votación del PP en el Pleno del 30 de septiembre no logró el objetivo que se pretendía, que era garantizar que las mujeres pudieran acceder a información que les permita decidir sobre la interrupción de su embarazo. "Reconozco que nos equivocamos, algo que lamento profundamente. Deberíamos buscar un consenso en este Pleno para que las mujeres puedan decidir libremente, sin la influencia de ningún partido", argumentó Almeida.
El primer edil también hizo un llamado a los profesionales del sector salud del Ayuntamiento, asegurando que tienen todo su apoyo para realizar su labor de manera autónoma. “Esto no va de ustedes (la izquierda) ni de ustedes (Vox), sino de las mujeres", concluyó Almeida.
Desde Vox, la diputada Carla Toscano criticó la actitud del alcalde, sosteniendo que "no cumple con las decisiones del Pleno", lo que pone en tela de juicio la efectividad de estas sesiones. Toscano acusó al PP de no tener principios firmes y de actuar por conveniencia política, sugiriendo que esta falta de convicción se refleja en la conducta de su presidenta, Isabel Díaz Ayuso.
Toscano también hizo hincapié en que la izquierda está más interesada en promover el aborto que en considerar el bienestar de las mujeres, denunciando que no quieren que conozcan los posibles traumas que pueden derivarse de abortar.
La portavoz socialista, Reyes Maroto, instó a Almeida a disculparse por lo que considera un ataque a derechos ya consolidados, criticando su postura sobre el aborto y tildando de "inexistente" el síndrome post-aborto. Maroto argumentó que los esfuerzos del PP reflejan una dependencia de la influencia de la ultraderecha en la política de la ciudad.
Maroto fustigó al alcalde por utilizar el Ayuntamiento como un medio de propaganda ideológica, exigiendo que se retracte de sus decisiones pasadas o enfrentará un destino similar al del exministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón, quien dimitió tras sus intentos de restringir el derecho al aborto.
La concejala de Más Madrid, Carolina Elías, apuntó que la postura del PP no es un error, sino parte de un plan más amplio para desmantelar el movimiento feminista. El grupo de la oposición aboga por reforzar el derecho al aborto en la constitución y garantizar su acceso en el sistema público de salud.
El Pleno se vio interrumpido brevemente por la expulsión de una mujer que gritaba en favor del aborto desde las gradas. Minutos antes de la sesión, activistas de Derecho a Vivir repartieron folletos bajo el lema "El aborto no es la única opción", lo que fue bien recibido por Toscano. A su vez, concejalas de Más Madrid soslayaron este evento con pañuelos verdes, símbolo del movimiento pro-aborto argentino, mientras que Maroto portó una insignia en apoyo a la misma causa.
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