Un bombero del 11-M retira el cuadro de La Paloma durante las festividades de Madrid, como hizo su padre en los años 70.

El 13 de agosto en Madrid, uno de los momentos más significativos de las festividades de La Paloma será protagonizado por Manuel Cerrillo, un bombero municipal de 50 años. Este veterano no solo tiene la distinción de haber participado en las operaciones de rescate durante los atentados del 11-M, sino que también sigue los pasos de su padre, quien realizó esta misma ceremonia en los años 70.
En una reciente entrevista, Cerrillo compartió que el legado familiar va más allá de su padre, ya que su hija de 14 años aspira a convertirse en bombera en el futuro. Además, su primo también se ha adentrado en esta noble profesión, reafirmando el compromiso familiar con el servicio público.
Manuel, que ha enfrentado desastres como el incendio del edificio Windsor, se describe como un "bombero integral" que no solo realiza rescates, sino que también se encarga del mantenimiento urbano y responde a emergencias relacionadas con caídas de árboles y tormentas.
Con la emoción a flor de piel a medida que se aproxima el viernes, Cerrillo reveló que jamás pensó ser el elegido para asumir una responsabilidad tan simbólica en la capital. "Hay personas que han estado en la cofradía durante años y que incluso están a punto de jubilarse. Cuando recibí la oferta, no dudé y acepté encantado, es un gran honor", comentó lleno de ilusión.
A punto de celebrar sus 25 años en el cuerpo de bomberos, Manuel bromea sobre su percepción constante de ser un recién llegado. Con la experiencia adquirida a lo largo de los años, confía en que su participación en este evento será memorable para todos los madrileños al asegurar que la imagen de la Virgen será bajada con el respeto que merece.
El lienzo que él descenderá, con la ayuda de sus compañeros desde una escalera, pesa alrededor de 80 kilos. Junto con sus colegas, retirará el marco que lo sostiene y, con mucho cuidado, guiará el cuadro para que pueda ser admirado por todos los asistentes.
“El compañerismo me brinda una confianza inquebrantable y, por eso, estoy seguro de que todo saldrá bien”, manifestó. Además, para prepararse, ha estado revisando material audiovisual de las ceremonias de años anteriores para asegurarse de que todo transcurra sin contratiempos.
Una semana antes del evento, se llevó a cabo un ensayo que dio buenos resultados y validó el procedimiento. Sin embargo, su mayor preocupación radica en que su familia, especialmente su esposa e hijos, estén presentes para ver su momento de gloria el viernes.
Durante esta festividad, al igual que muchos otros madrileños, Manuel elevará sus plegarias a la Virgen, aunque confiesa que puede que los nervios le jueguen una mala pasada. “Sin duda, recordaré a mi padre y a mi madre en ese instante”, agregó.
Con emoción, Cerrillo subrayó que su vocación de bombero es un legado de sus padres: "Soy bombero gracias a su apoyo incondicional desde el inicio; lo debo todo a ellos”. Agradeció también a su esposa e hijos, que le permiten vivir su pasión por esta profesión.
Más allá de sus preocupaciones personales, Manuel aprovechará este momento para pedir que cesen todas las emergencias que actualmente afectan a España, incluyendo los devastadores incendios. Anhela que los médicos y el personal de emergencias puedan descansar, ya que eso indicaría que todos están a salvo y en buen estado.
Como un dato curioso, cerró la entrevista con un toque de humor al recordar que su abuelo se oponía a que su familia se dedicara a ser bomberos. “Bromeando diría que ya tengo tres hijos y dos nietos en esta profesión, a pesar de su deseo”, comentó riendo.
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