Crónica Madrid.

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Grupos piden inclusión de protocolo de rescate animal en planes de emergencia tras incendio en Tres Cantos.

Grupos piden inclusión de protocolo de rescate animal en planes de emergencia tras incendio en Tres Cantos.

En Madrid, el 13 de agosto, distintas organizaciones dedicadas a la protección animal han alzado la voz en una denuncia clara y contundente: la Comunidad de Madrid carece de protocolos adecuados para el rescate y atención de animales en situaciones de emergencia. Esta llamada de atención surge a raíz del devastador incendio ocurrido recientemente en Tres Cantos, que ha arrasado unas 2.000 hectáreas y provocado la muerte de numerosos animales, incluidos 27 caballos y cientos de ovejas.

Fernando Sánchez, al frente de la Fundación Salvando Peludos y Animales con Derechos, desplegó un equipo que incluyó a veterinarios voluntarios, quienes lograron atender entre 80 y 100 animales afectados. Sin embargo, en muchos casos, la única opción viable fue la eutanasia humanitaria debido a la gravedad de las lesiones. En medio del desastre, el equipo solicitó la retirada inmediata de los cuerpos de los animales sacrificados para prevenir problemas con la fauna carroñera, pero les informaron que esta tarea no era prioritaria para las autoridades.

Las críticas se centraron en la diferente perspectiva entre los voluntarios y algunos ganaderos, quienes parecían más preocupados por las pérdidas económicas que por el bienestar de los animales. "Los animales son seres sintientes, pero parece que aún hay quienes no lo reconocen. En situaciones de emergencia, existe una responsabilidad legal que no se está cumpliendo", afirmó Sánchez, enfatizando la necesidad urgente de que los gobernantes tomen en serio la protección de los animales.

Las organizaciones denunciantes recordaron que la Ley 7/2023 establece claramente que los planes de protección civil deben incluir medidas para salvaguardar a los animales. Sin embargo, estos protocolos no han sido implementados, lo que representa un grave incumplimiento no solo legal, sino también ético. "Exigimos que se actúe de inmediato para cumplir con la ley", añadió Lola García, abogada de Animales con Derechos.

El doloroso incidente también ha resaltado el impacto humano del caos. Las organizaciones extendieron su pesar a la familia de un hombre que perdió la vida intentando rescatar caballos. Marta Esteban Miñano, presidenta de la Fundación Animal Guardians, lamentó que la falta de protocolos ponga en riesgo tanto la vida de animales como la de las personas dedicadas a su cuidado. "El incidente en Tres Cantos podría haberse evitado con una adecuada planificación", añadió.

En este contexto, la portavoz demandó una estructura organizativa clara y accesible, que incluya una bolsa de veterinarios de emergencias vinculada al 112, así como la creación de procedimientos seguros para abrir cercados y formación obligatoria para quienes están a cargo de animales en situaciones de riesgo. "Con estas acciones, se podrían salvar vidas tanto de animales como de personas en el futuro", insistió.

Los voluntarios que asistieron al lugar del siniestro notaron una notable desorganización y tensión ante la falta de un protocolo específico para el rescate de animales. Muchas ovejas, al intentar escapar del fuego, murieron atrapadas en las cercas, una situación que podría haberse evitado con medidas adecuadas. Las organizaciones, además, criticaron la circulación de vídeos donde algunas personas se reían en lugar de ayudar, y pidieron una investigación sobre este tipo de comportamientos insensibles.

Se cuestionaron las reacciones de quienes se encontraban en el lugar, preguntándose qué pasaría si se tratara de personas en lugar de animales. La omisión de auxilio hacia seres sintientes debe ser considerada por nuestra sociedad como una falta grave. En respuesta a esta situación alarmante, las organizaciones piden, con urgencia, la creación de un Protocolo Autonómico de Protección Animal que esté integrado dentro de los planes de emergencia existentes.

Finalmente, se instó a revisar las normativas vigentes para establecer sanciones para quienes no actúen ante la inacción frente a animales en peligro, proponiendo incluso reformas que tipifiquen la omisión de auxilio a los animales en circunstancias emergentes. Esta situación exige no solo atención inmediata, sino un cambio cultural hacia una mayor responsabilidad y empatía en nuestras acciones hacia otras especies.