Crónica Madrid.

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Metro invertirá 400.000 euros en la preservación de su patrimonio histórico.

Metro invertirá 400.000 euros en la preservación de su patrimonio histórico.

Madrid, 25 de octubre. La red de Metro de Madrid inicia un proyecto ambicioso centrado en la restauración y conservación de sus valiosos espacios históricos, con un claro compromiso de preservar este patrimonio cultural que también funciona como atractivo turístico y educativo.

Esta semana, la empresa ha puesto en marcha un proceso de licitación para un contrato que contempla una inversión de 400,000 euros y un plazo de cuatro años para llevar a cabo estas obras de mantenimiento y conservación en diversas instalaciones emblemáticas del suburbano madrileño.

Entre los lugares que se beneficiarán de este plan se encuentran la histórica estación de Chamberí y el vestíbulo de Pacífico, además de la Nave de Motores de Pacífico y varios restos arqueológicos en Los Caños del Peral. También se incluye la exposición de trenes antiguos en Chamartín y las vitrinas de la estación de Carpetana. Así lo revela la información recabada por Europa Press.

A su vez, el programa abarca otros elementos significativos de la red, lo que incluye el icónico coche Quevedo en Alto del Arenal y el tranvía 477 en Pilar Chamartín, así como anuncios publicitarios de épocas pasadas en las estaciones de Sevilla y Bilbao.

Actualmente, se llevan a cabo trabajos para recuperar el vestíbulo de Ventas, el cual, tras su finalización, será sumado al acuerdo para su conservación. Otros lugares históricos como el antiguo pasillo de Noviciado y el andén de Goya también están en la lista de tareas pendientes, aunque aún no tienen fechas establecidas para su restauración.

La estación de Chamberí, inaugurada en 1919 como parte de la primera línea del metro, requiere de atención especial debido a sus constantes problemas de filtraciones de agua, un fenómeno exacerbado por su ubicación subterránea y la falta de impermeabilización adecuada en la superficie.

Estas filtraciones han provocado daños en los azulejos, las bóvedas y otros elementos metálicos, lo que indica que se necesitarán intervenciones para corregir estas patologías, aunque se excluye la intervención en la bóveda de azulejos del túnel, dado que es una zona de paso para trenes en operación.

Las intervenciones que se realizarán buscan restaurar la imagen original de la estación, que fue cerrada al público en mayo de 1966, manteniendo así su valor histórico. Cabe recordar que entre 2006 y 2008 se ejecutó una restauración integral bajo la dirección de los arquitectos Pau Soler y Miguel Rodríguez, transformándola en museo. Posteriormente, se hicieron más trabajos de preservación.

Desde su cierre en 1966 debido a la incompatibilidad de sus andenes con los nuevos trenes de mayor tamaño, la estación estuvo cerrada por casi cuarenta años antes de ser renovada. Diseñada por el arquitecto Antonio Palacios, su estilo evoca las estaciones de metro parisinas, con anuncios de cerámica que reflejan productos de la época.

Al igual que Chamberí, el vestíbulo de Pacífico también está bajo tierra y sufre problemas de filtraciones, lo que exige un mantenimiento continuo para salvaguardar sus azulejos y decoraciones. Esta instalación, también obra de Antonio Palacios, fue inaugurada en 1923 coincidiendo con la extensión de la línea 1 del metro.

La estación operó hasta 1966, cuando las obras de expansión llevaron a la creación de nuevos vestíbulos, relegando al anterior a la ineficacia. Fue restaurada integralmente en 2008.

En lo que respecta a la Nave de Motores de Pacífico, construida entre 1922 y 1923, se llevarán a cabo labores de limpieza y restauración de la maquinaria industrial que alberga, incluyendo motores diésel que funcionaron hasta la década de 1950.

La nave fue restaurada en 2008 por el arquitecto Carlos Puente, quien se encargó de rehabilitar tanto el edificio como la maquinaria, respetando su diseño original. Los restos arqueológicos de Los Caños del Peral, emergidos durante las obras de mejora de la estación de Ópera, también recibirán atención, ya que su conservación es de vital importancia.

Se han musealizado elementos que datan desde el siglo XVI, como la fuente de Los Caños del Peral y el Acueducto de Amaniel, los cuales requieren limpieza y restauración para evitar su deterioro.

El acuerdo marco incluye también la estación de Chamartín, donde se exhiben trenes restaurados que narran la evolución del suburbano madrileño desde sus inicios hasta la década de los 60, lo que exige labores constantes de limpieza y cuidado de los elementos expuestos.

Además, las vitrinas con restos paleontológicos en la estación de Carpetana necesitarán limpieza periódica para asegurar su visibilidad, ya que durante los trabajos de modernización en 2008 se descubrieron más de 10,000 fósiles de animales prehistóricos que vivieron en la región hace 14 millones de años.

Por último, el acuerdo contempla actuaciones en otros elementos históricos a lo largo de la red, incluyendo el coche Quevedo, el tranvía 477 y la publicidad retrospectiva en las estaciones de Sevilla y Bilbao, junto con espacios históricos en pleno proceso de restauración. Esta iniciativa ofrece una oportunidad única para conservar y promover el patrimonio cultural de Madrid.