El popular bailaor Rafael Amargo se enfrenta a un juicio por la presunta venta de estupefacientes en su antiguo piso de Malasaña. Se encontraba en prisión preventiva desde diciembre por incumplir medidas cautelares.

Amargo explicó ante los magistrados su motivo para no acudir a las comparecencias, alegando que le generaban estrés y malestar. Criticó la repercusión mediática de su caso y pidió profesionalidad a la fiscal.

El juicio que debía celebrarse en junio pasado fue suspendido tras la renuncia del exproductor de Amargo a su abogado. El bailaor expresó su malestar por no tener su pasaporte para poder trabajar durante dos años y medio.

La próxima semana, Amargo y su exproductor se sentarán en el banquillo por la presunta venta de drogas en Malasaña, por la cual la fiscal solicita una pena de 9 años de cárcel. Además, el artista es investigado por otro delito de tráfico de drogas y atentado a la autoridad en Madrid.

En la 'operación Codax', Amargo fue detenido junto a su pareja y otras dos personas en Alicante. Tras declarar, todos quedaron en libertad provisional con medidas cautelares. La fiscal solicita la misma pena para el exproductor de Amargo por su presunta implicación en la distribución de drogas.