En Madrid, la situación de la recogida de basuras se agrava mientras los trabajadores continúan en huelga por segundo día consecutivo. La asamblea de empleados, celebrada la noche anterior, decisivamente rechazó el acuerdo tentativo logrado entre los sindicatos y las empresas encargadas del servicio.

Ante esta crisis, el Ayuntamiento ha respondido imponiendo servicios mínimos del 50% para asegurar que no se comprometa la salubridad pública. En relación a la recolección de residuos domésticos, se ha establecido que los cubos de restos (tapa naranja), orgánicos (tapa marrón) y plásticos-metal-brik (tapa amarilla) serán recogidos cada 48 horas, garantizando que al menos la mitad del servicio siga operativo. Además, se organizará un calendario de recogida que variará según los días y los distritos.

El inicio de la jornada de ayer parecía prometedor, con un preacuerdo en las manos de los sindicatos CC.OO., UGT y RSU, que debía ser validado en dos asambleas. Sin embargo, el principal punto de tensión fue la congelación de salarios, un aspecto que los trabajadores consideraron innegociable. El acuerdo preliminar ofrecía un incremento salarial superior al 4% anual, así como dos días de libre disposición y mejoras en los periodos de vacaciones, pero esto no fue suficiente para alcanzar un consenso.