El Secretario General del PSOE-M, Juan Lobato, se muestra preocupado por la reacción de su partido y defiende la legalidad de sus acciones

El secretario general del PSOE-M, Juan Lobato, ha decidido aferrarse a su puesto a pesar de la tormenta política que se desató tras su reciente registro en notaría de una conversación con un alto cargo del Gobierno. Esta conversación incluía un correo electrónico que supuestamente implicaba a la pareja de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, en delitos fiscales. Lobato ha denunciado lo que considera un "linchamiento" por parte de algunos miembros de su partido.

En una breve comparecencia de prensa de solo tres minutos, realizada de manera urgente en la Asamblea de Madrid, Lobato expresó su preocupación por "la reacción que ha habido por parte de algunos dirigentes" de su partido, una postura que dice no entender del todo. La comparecencia tuvo lugar sin preguntas de los periodistas, lo que generó aún más controversia en el ambiente político actual.

El diario ‘ABC’ reveló el lunes que Lobato había acudido a notarizar una conversación que mantuvo con Pilar Sánchez Acera, quien ocupa el cargo de jefa de Gabinete del ministro de Transformación Digital y Función Pública. Según Lobato, durante esta conversación, Sánchez Acera le hizo llegar un correo electrónico que supuestamente contenía confesiones de delitos fiscales por parte de la pareja de Ayuso.

Este correo es el núcleo de la demanda presentada por la pareja de la presidenta autonómica contra el Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, por revelación de secretos. La controversia ha llegado a tal punto que el Tribunal Supremo ya ha convocado a Lobato para que declare este viernes a las 10 horas sobre el tema.

La noticia sobre el registro en notaría ha desatado un clamor en el sector crítico de su partido, donde algunos ya exigen su destitución, argumentando que su actuación ha "roto la confianza" dentro de la federación y que no debería representarlos en el próximo Congreso Federal que se celebrará en Sevilla este fin de semana.

Lobato defendió su decisión al afirmar que, según lo que se le dijo en la mañana en que recibió la documentación, no ve cuál es el problema en verificar el origen de tal información, que supuestamente proviene de los medios de comunicación. "¿Qué problema hay?", se preguntó en un tono serio mientras criticaba a los que cuestionaban su decisión.

Asimismo, dejó entrever que la reacción de algunos dirigentes del partido podría insinuar que se pone en entredicho la veracidad de la información recibida. "Yo esto no lo contemplo, no contemplo que fuera falso lo que se me dijo", subrayó, afirmando que cuestionar esto sería "bastante grave" para la integridad del partido.

Un llamado a la integridad democrática

Lobato hizo hincapié en que tiene "bien claro" que la democracia y el respeto a la ley deben prevalecer sobre los intereses de los partidos políticos y sus líderes. Aludió a que, si el origen del correo no hubiera sido legítimo, habría significado un intento por obligar a que él divulgara un documento cuyo origen sería irregular, implicando riesgos legales y políticos tanto para él como para el PSOE-M. "Se intenta que parezca que el malo es precisamente quien decide no hacer las cosas mal", concluyó con firmeza.

Finalmente, lanzó un mensaje directo a la derecha política y a Isabel Díaz Ayuso, afirmando que el PSOE no es "una agencia de colocación de amigos a los que proteger", como algunos insinúan. En cambio, se presenta como un "partido democrático" con una historia de 145 años comprometido con la "honestidad, sacrificio e integridad". "Es un partido de militantes y de referentes políticos ejemplares. Y seguirá siendo así", sentenció antes de abandonar la sala.

Con este contexto, Lobato permanece firme en su estrategia de cara a las primarias que están por comenzar la próxima semana, reafirmando su vínculo con los militantes del partido y, al mismo tiempo, lidiando con las críticas tanto internas como externas que han surgido tras la controversia del registro notarial.