La Ingobernable de Madrid será transformada en centro de salud en 2025
El Ayuntamiento de Madrid, bajo la dirección de la vicealcaldesa Inma Sanz, tiene previsto iniciar las obras en el primer trimestre de 2025 para transformar el edificio de Prado 30, previamente okupado por el centro social La Ingobernable, en un centro de salud y espacio comunitario para los residentes locales.
San explicó en una rueda de prensa que es fundamental que los madrileños, en particular los vecinos del distrito Centro, tengan la certeza de que el edificio será destinado para el propósito para el cual fue cedido, garantizando así la instalación de un centro de salud y otros servicios para la zona.
Según Sanz, la complejidad de la protección del edificio y los procedimientos burocráticos a seguir con la Comisión de Patrimonio han ralentizado el proceso, pero se garantiza que las obras comenzarán a solidificar la estructura y adaptar el edificio a sus nuevas funciones en 2025.
La vicealcaldesa también destacó que en administraciones pasadas, el edificio estuvo abandonado y okupado sin que se tomaran medidas para desalojarlo, privando a los ciudadanos de los servicios que podrían haber disfrutado.
Vecinos del distrito han convocado protestas ante la demora en las obras del edificio de la calle Gobernador 39, destinado a ser un nuevo centro de salud, exigiendo explicaciones al concejal de Centro, Carlos Segura. La Asociación Vecinal de Sol y Barrio de Las Letras ha expresado su preocupación por las condiciones precarias del centro de salud actual en la calle Alameda y la posibilidad de que el traslado no se realice.
El Ayuntamiento de Madrid cedió el edificio de la calle Gobernador 39 a la Comunidad de Madrid con la condición de que el nuevo centro de salud esté operativo para noviembre de 2025, de lo contrario, el edificio regresaría a manos del Ayuntamiento. Sin embargo, la falta de avances en las obras estructurales necesarias por parte del Consistorio ha impedido que la Comunidad instale el centro de salud en su nuevo emplazamiento, generando preocupación entre los residentes.
La asociación vecinal teme que el retraso en las obras provocado por el Ayuntamiento resulte en la pérdida del plazo impuesto para la trasferencia del edificio, lo que podría significar que el espacio vuelva a ser destinado a otros fines. Los vecinos, que han recogido miles de firmas solicitando el traslado, esperan que las autoridades cumplan con los compromisos establecidos.