En un giro inesperado de los acontecimientos políticos, el juez ha solicitado a Juan Lobato, ex secretario general del PSOE de Madrid, que comparezca con una copia completa del acta notarial correspondiente a una serie de mensajes centrados en la presunta filtración de información sensible. Este requerimiento se produce en el marco de la investigación que el Tribunal Supremo (TS) lleva a cabo en relación al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz.
Este viernes, Lobato llegó a primera hora de la mañana al Tribunal Supremo para prestar declaración como testigo en el contexto de un caso que involucra a la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. La investigación se centra en una serie de correos electrónicos que han generado una intensa atención mediática y política, en los que se discuten supuestos delitos fiscales que afectan a Alberto González Amador, pareja de Ayuso, así como su comunicación con el fiscal encargado de la causa.
El ex líder de los socialistas madrileños llegó al tribunal alrededor de las 9:40 horas, mostrando una actitud sosegada y sin compañía, portando una carpetilla roja del PSOE. Sin embargo, no hizo declaraciones a la prensa que se había congregado en las afueras del Palacio de las Salesas, lo que aumentó la expectación sobre su comparecencia.
La declaración ante el juez Ángel Hurtado se inició poco después de las 10:15, acompañada por una serie de figuras relevantes del ámbito judicial. Entre los presentes se encontraban los abogados del Estado que representan a García Ortiz y a Pilar Rodríguez, jefa de la Fiscalía Provincial de Madrid; así como la acusación particular, liderada por González Amador, y las acusaciones populares de diversas organizaciones, incluyendo la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF) y Manos Limpias. También se encontraba la teniente fiscal del TS, María Ángeles Sánchez Conde.
El magistrado Hurtado decidió interrogar a Lobato tras la publicación de una noticia en 'ABC' que indicaba que Moncloa había filtrado un documento confidencial relacionado con el novio de Ayuso. Se sugiere que Pilar Sánchez Acera, ex jefa de Gabinete de Pedro Sánchez y actual de Óscar López, habría proporcionado dicho documento a Lobato para su uso en una sesión de control al gobierno regional.
Es relevante señalar que, al momento de recibir la citación, Lobato continuaba en su cargo como líder del PSOE de Madrid. Sin embargo, tras la controversia que provocó su viaje a una notaría para documentar su comunicación con un funcionario de Moncloa, decidió dimitir de su puesto el miércoles, aumentando la presión dentro de su partido.
El juez Hurtado considera que la declaración de Lobato podría ser crucial para esclarecer los hechos investigados. En su auto de citación, subrayó que el ex dirigente socialista debía presentar una copia del acta de las declaraciones notariales que, al parecer, realizó en relación a estos eventos, de acuerdo con las informaciones publicadas.
Este testimonio marca un hito, ya que Lobato es la primera persona llamada a declarar desde que se abrió la causa contra el fiscal general y la jefa de la Fiscalía Provincial de Madrid el 16 de octubre. No obstante, esta no es la primera acción judicial emprendida por el juez Hurtado, quien ya autorizó registros en las oficinas de ambos funcionarios el 30 de octubre.
Hasta el momento, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha presentado un informe preliminar que examina la información recopilada en la oficina de Pilar Rodríguez. Sin embargo, las conclusiones sobre el registro en la Fiscalía General continúan pendientes, aunque el informe hasta ahora sugiere que García Ortiz desempeñó un papel significativo en la filtración mencionada.
Siendo testigo en este caso, Lobato está obligado a responder con veracidad a todas las preguntas formuladas por el juez, la Fiscalía y los abogados de las partes implicadas, incluyendo a los representantes de Manos Limpias y otros organismos que actúan como acusaciones populares.
En una declaración previa, Lobato señaló que recibió un correo electrónico de alguien en Moncloa que contenía información sobre el novio de Díaz Ayuso, aunque se resistió a difundir los detalles de esa "conversación privada".
El ex líder del PSOE de Madrid aclaró que optó por acudir a la notaría para asegurarse de que la conversación quedara debidamente documentada, sin depender de la integridad de su teléfono móvil. "Quiero que quede claro que podemos proporcionar esta información si es necesaria en un procedimiento judicial", declaró.
A pesar de que la filtración que tramita la justicia se habría producido en marzo, Lobato decidió registrar los mensajes en la notaría meses después, justo cuando el Tribunal Supremo comenzó a investigar al fiscal general por su supuesta revelación de secretos.
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