La Audiencia Provincial de Madrid ha dictado una condena de 20 años de prisión a Raúl M. O., responsable del brutal asesinato de la joven Cristina Romero, ocurrido el 30 de junio de 2022 en un parque cercano a su hogar, donde la víctima fue apuñalada 42 veces.

Según la sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press, el tribunal ha calificado el hecho como un delito de asesinato, agravado por motivos de género, aunque se ha tomado en cuenta la atenuante relacionada con la reparación del daño. Además, se impondrá una medida de libertad vigilada de diez años tras cumplir su pena de prisión.

El abogado de la acusación particular ha señalado su intención de apelar la sentencia, argumentando que no se ha valorado adecuadamente la agravante de parentesco que podría implicar una penalización mayor para el agresor.

La defensa de Raúl había solicitado el reconocimiento de una eximente incompleta debido a una supuesta alteración psíquica, lo que fue rechazado por la Sala. Los magistrados sustentaron su decisión en un informe psiquiátrico que concluye que el acusado no presentaba síntomas psicopatológicos que justifiquen tal eximente.

En su defensa, Raúl admitió que la felicidad de Cristina le provocaba incomodidad, especialmente después de su separación, argumentando que la ruptura lo llevó a una depresión. Esta sensación se intensificó debido a mensajes que la joven publicó en redes sociales, a los que decidió calificar como una traición.

La atrocidad tuvo lugar días antes del 19º cumpleaños de Cristina, quien había terminado una relación de más de dos años con Raúl. El fiscal, en su exposición, describió cómo la pareja, que no llegó a vivir junta, había tenido múltiples rupturas y reconciliaciones desde abril de 2019 hasta su separación definitiva en septiembre de 2021.

Pese a la separación, Raúl no aceptó fácilmente el fin de su relación, manifestando actitudes de acoso al rondar cerca de casa de Cristina y seguir de cerca sus redes sociales. De acuerdo con el fiscal, este comportamiento fue impulsado por un deseo de vengarse luego de que la joven compartiera con amigos los conflictos que habían tenido como pareja.

El día del crimen, Raúl esperó a que Cristina saliera sola a pasear al perro para atacarla. Con la intención de acabar con su vida, la abordó por detrás, propinándole dos cuchilladas en el cuello y el pecho.

Una vez que Cristina cayó al suelo, Raúl continuó atacándola con la misma violencia, asestándole un total de 42 puñaladas. A pesar de su gravedad, la joven logró zafarse un momento e intentar escapar hacia un vehículo cercano, pero Raúl la alcanzó y continuó con la agresión hasta que ella perdió el conocimiento.

Varios transeúntes que presenciaron la escena intervinieron para ayudar a la víctima. Mientras tanto, Raúl emprendió la huida, aunque fue detenido poco después por la Policía Nacional de Parla.