
El pasado lunes, comenzaron las obras de ampliación de la Línea 5 del Metro de Madrid, que extenderán el servicio de Alameda de Osuna hasta el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. El consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, Jorge Rodrigo, confirmó el inicio de esta importante obra, que promete mejorar notablemente la conectividad en la capital española.
Con una asignación presupuestaria de 181 millones de euros y estimando un plazo de 36 meses para su finalización, se espera que la Línea 5 esté plenamente operativa hacia 2027. Este proyecto permitirá a los usuarios viajar desde Carabanchel directamente hasta las terminales T1, T2 y T3 del aeropuerto sin necesidad de realizar transbordos, facilitando un acceso más rápido y eficiente.
La ejecución de estos trabajos estará a cargo de un consorcio que incluye a FCC, Sacyr y la empresa castellonense Becsa, que junto a ello facilitarán un nuevo trayecto de más de 1,7 kilómetros. Durante un evento informativo organizado por Nueva Economía Fórum, el consejero destacó que los visitantes podrán desplazarse en menos de media hora desde el aeropuerto hasta el centro de Madrid, concretamente hasta la emblemática Gran Vía.
El proyecto también contempla una remodelación de la estación actual de Aeropuerto T1-T2-T3 de la Línea 8, donde se diseñará una nueva estación de intercambio que contará con cuatro andenes y amplios vestíbulos en un área total de 5.000 metros cuadrados. Esta estación, según Rodrigo, tendrá un diseño moderno, con una cubierta de cristal que permitirá la entrada de luz natural, incorporando altos estándares de seguridad y accesibilidad.
En un recorrido de 25 kilómetros, la Línea 5 conecta 32 estaciones y atraviesa la ciudad de Madrid en el eje nordeste-suroeste, deteniéndose en puntos neurálgicos como Gran Vía y Callao. Además, se enlaza con múltiples líneas de metro, el Ramal Ópera-Príncipe Pío y la red de Cercanías en lugares clave como Acacias, Pirámides y Aluche, garantizando así una buena interconexión para los usuarios.
Esta línea es la cuarta más transitada de la red de metro, con más de 77 millones de pasajeros anuales en 2024, y su ampliación beneficiará a millones de viajeros que transitan por el aeropuerto cada año y a más de 40,000 trabajadores que laboran en sus instalaciones. De acuerdo a Aena, cerca del 50% de estos trabajadores reside en las cercanías de las tres últimas estaciones de la Línea 5.
Se espera que la ampliación contribuya a reducir el tráfico vehicular hacia el aeropuerto, lo que se traduce en un ahorro significativo estimado en 32,370 toneladas de CO2 al año, favoreciendo así el medio ambiente y la calidad del aire en la capital.
En la actualidad, los viajeros pueden llegar al aeropuerto mediante la Línea 8 del Metro, la línea C-1 de Renfe-Cercanías, autobuses urbanos de la EMT, incluyendo un servicio exprés que opera las 24 horas, así como autobuses interurbanos. Además, está en camino una conexión con las líneas de alta velocidad a través de la estación de Chamartín.
La ampliación de la Línea 5 se sumará a otros proyectos en curso, como las obras en la Línea 6, que se convertirá en la primera línea automatizada de la red, así como la ampliación de la Línea 11 y la inminente construcción de una nueva línea entre Madrid y Nuevo Norte.
Asimismo, se están realizando trabajos en 11 estaciones para mejorar su accesibilidad, y se prevé concluir en junio las obras de la estación de Begoña (L10), que será certificada como accesibilidad universal. Jorge Rodrigo enfatizó que estos desarrollos están cimentando la movilidad del futuro en Madrid, un futuro que se asemeja cada vez más a una realidad palpable.
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