
Este sábado, el centro de Madrid se convirtió en el escenario de una manifestación que exigía el respeto al derecho a una vivienda digna. Bajo el lema “Basta de especulación en el sector inmobiliario”, miles de personas marcharon desde la estación de Atocha hasta la Plaza de España, en lo que se considera la primera movilización de índole estatal por la causa de la vivienda.
Organizada por el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid y el Sindicat de Llogateres de Catalunya, entre otros grupos sociales, la movilización fue parte de una serie de protestas que se llevaron a cabo en más de 40 ciudades de España. Su objetivo es poner fin a lo que denominan el 'negocio de la vivienda' y a las elevadas tarifas que ahogan a muchos inquilinos.
Durante la marcha, los asistentes alzaron su voz en contra de los propietarios, exigiendo acciones concretas como una huelga de alquileres. Los lemas tales como “Caseros ladrones” y “Madrid será la tumba del rentismo” resonaron con fervor, manifestando el descontento de muchos ciudadanos con la situación actual del mercado de arrendamientos.
Valeria Racu, portavoz del sindicato madrileño, instó a todos aquellos residentes cuyos contratos vencen en 2025 a mantenerse firmes y resistir. “No vamos a seguir siendo empujados de nuestros barrios y casas”, subrayó, enfatizando la importancia de la unidad en la lucha por derechos habitacionales.
En su discurso, Racu mencionó cómo algunas comunidades han logrado reducir el costo de sus alquileres hasta en un 30% mediante el esfuerzo colectivo. Puso de relieve que la organización y la solidaridad vecinal son cruciales en la oposición a las grandes empresas que controlan el mercado, mencionando específicamente a entidades como Blackstone y La Caixa.
Además, la portavoz denunció el comportamiento de ciertas instituciones, a las que calificó de “buitres” del sector inmobiliario, haciendo alusión al papel que juegan en la privatización de la vivienda pública. “Si no se recuperan las viviendas vacías, lo haremos nosotros”, advirtió Racu, marcando un hito en la batalla contra la especulación del alquiler.
Con un tono de determinación, la portavoz proclamó que este evento marca el inicio del fin del negocio del alquiler. “Estamos dispuestos a luchar por un mundo más equitativo, libre de rentismo”, afirmó, insistiendo en que la movilización no se detendrá hasta que se logre una transformación real en la política de vivienda.
La manifestación no solo reunió a inquilinos, sino también a sindicatos como CCOO y UGT, quienes apoyan la causa de acabar con la mercantilización de la vivienda. En sus intervenciones, recalcaron el problema de la creciente desigualdad económica que genera la especulación en el sector inmobiliario, que enriquece a una minoría y castiga a la mayoría.
Entre las propuestas del sindicato de inquilinos se encuentran la reducción inmediata de los alquileres en un 50%, la instauración de contratos indefinidos y la recuperación de viviendas vacías para fines sociales. Estas acciones buscan no solo mitigar la crisis de vivienda, sino también fomentar un acceso más justo a este derecho fundamental.
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