En una contundente declaración este sábado, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha denunciado lo que considera una “operación de Estado” diseñada para desmerecer a la capital de España y a la monarquía, mientras también defiende su modelo de política fiscal. La ocasión se presentó tras el anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre las condonaciones de deudas autonómicas, las cuales Ayuso califica como “una tomadura de pelo”.
Según Ayuso, la deuda no desaparece, sino que se reparte, dejando a las comunidades que han acumulado altos niveles de endeudamiento, como la Generalitat de Cataluña, sin responsabilidad. Hizo hincapié en que algunas regiones han gestionado mal sus finanzas y ahora se benefician de ayudas que no deberían recibir, subrayando que “las deudas no se condonan, las deudas se pagan”. Este mensaje fue transmitido durante una entrevista en la Cadena Cope, donde enfatizó que el sistema fiscal debe ser justo y equitativo.
La presidenta madrileña también criticó la percepción errónea respecto a la supuesta competencia fiscal que plantea Cataluña, aclarando que la Generalitat ha creado numerosos impuestos que presionan a la clase media. “A los catalanes les están tomando el pelo”, aseveró, mencionando que el gobierno regional de Cataluña tiene una estructura burocrática exagerada en comparación con el de Madrid, lo que sacrifica recursos que podrían destinarse a la mejora de infraestructuras necesarias en otras comunidades.
Ayuso argumentó que la situación es insostenible, aludiendo a cómo las políticas fiscalmente represivas de Cataluña repercuten en el resto del país, incluyendo a regiones que enfrentan mayores dificultades, como Extremadura o Murcia. La presidenta resaltó que todo lo que Madrid recauda termina en el conjunto de España, y lamentó la actitud de desagradecimiento que a menudo se muestra hacia la capital.
Más allá de las críticas a la gestión autonómica en Cataluña, Ayuso no escatimó en acusaciones hacia el Gobierno de Pedro Sánchez. Ella afirmó que se están utilizando entidades como la Agencia Tributaria y la Fiscalía General del Estado para socavar su imagen y la de Madrid. Aseguró que su prioridad es salvaguardar los intereses de los madrileños y la unidad nacional, advirtiendo que no se puede cambiar el rumbo de la nación basándose solo en unos pocos votos.
La presidenta también se refirió a la reciente celebración de la Conferencia de Presidentes Autonómicos, indicando que fue necesaria debido a la falta de convocatoria por parte del Gobierno central a pesar de la presión de varias comunidades. En su opinión, este tipo de reuniones debería ser una práctica habitual y no excepcional.
Ayuso no dudó en apuntar hacia la intención del Ejecutivo de transformar España en una “república federal”. Describió estas acciones como intentos de generar división y tensión política, sugiriendo que lo que se persigue es desviar la atención hacia una agenda que los ciudadanos no apoyan.
En su análisis sobre Cataluña, la presidenta madrileña sugirió que la descentralización de competencias ha empoderado a la Generalitat, que sigue reclamando más derechos bajo el pretexto de un derecho a decidir que ella ve como una amenaza para la convivencia. Advierte que el resultado podría intensificar el separatismo y relativizar la lealtad a la nación.
Ayuso identificó además lo que llamó el ‘Francomodín’, una estrategia que sugiere el Gobierno utilizará para polarizar a la opinión pública de cara a las elecciones de 2025, con el objetivo de desviar la atención de los propios problemas del Ejecutivo.
La gestión de la inmigración también se convirtió en un tema de crítica, donde Ayuso reprochó al Gobierno central la falta de control en las fronteras y la ausencia de un plan para la integración de los inmigrantes, apuntando a la creación de campamentos improvisados en pueblos de la Comunidad que no están preparados para tal situación.
En alusión a la gestión de hogares de mayores durante la pandemia, defendió su actuación, señalando que la Comunidad de Madrid había liderado en la implementación de medidas preventivas. Refutó las acusaciones sobre el uso de protocolos de triaje, argumentando que su gestión fue aprobada por múltiples resoluciones judiciales.
Finalmente, Ayuso abordó los ataques personales que ha enfrentado, calificándolos de “calumnias” y afirmando que son parte de un esfuerzo por parte del Gobierno para desviar la atención de sus problemas. “Intentan coger rehenes para desviar la atención”, concluyó, reafirmando su compromiso con la defensa de los intereses de Madrid y de España.
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