Crónica Madrid.

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Auxiliar de enfermería sentenciada por error fatal con medicación de otro paciente.

Auxiliar de enfermería sentenciada por error fatal con medicación de otro paciente.

MADRID, 23 de octubre. Una auxiliar de enfermería ha sido condenada en Madrid tras la muerte de un anciano a quien le administró incorrectamente medicación destinada a otro paciente, según lo dictaminado por el Juzgado de lo Penal número 8 de la capital española.

La sentencia –a la que ha tenido acceso Europa Press– califica la acción de la enfermera como un delito de homicidio por imprudencia profesional grave, imponiéndole una pena de seis meses de prisión y un año y medio de inhabilitación para el ejercicio de su profesión.

Los hechos se remontan al 18 de julio de 2018, cuando la acusada, en su labor en la Residencia de Mayores Reina Sofía, confundió los nombres de los residentes y administró medicación ansiolítica y antidepresiva a un paciente que no debía recibirla. Esta medicación era, de hecho, prescrita para otra residente que sufría de esquizofrenia.

A pesar de que se habían realizado previamente dos verificaciones para asegurar que los medicamentos estaban correctamente organizados, la auxiliar cometió el error de administrar la medicación equivocada, confundiendo a los internos Julián y Juliana.

Tras notar que el anciano presentaba un estado de somnolencia extrema, el personal decidió trasladarlo de inmediato al Servicio de Urgencias del Hospital Puerta del Hierro en Majadahonda, donde lamentablemente falleció ese mismo día.

La magnitud de la negligencia llevó al centro hospitalario a informar del incidente al Juzgado de Guardia de Majadahonda, que abrió diligencias y ordenó a la Guardia Civil investigar los hechos y localizar a la responsable.

El Informe Médico Forense determinó que la causa de la muerte fue violenta, ya que la combinación de psicofármacos administrados provocó una depresión del sistema respiratorio y cardiovascular en una persona que no estaba habituada a dichos tratamientos, según su historial médico.

La acusación particular, representada por el abogado Carlos Sardinero, destacó que la imprudencia cometida por la enfermera fue de una gravedad excepcional, dado que había dejado de aplicar las normas más básicas de cuidado en el tratamiento de un paciente vulnerable cuya vida dependía de su recta actuación.

A pesar de la severidad de los cargos, la condenada logró una reducción de su pena debido a la lentitud del sistema judicial, beneficiándose de una atenuante por dilaciones indebidas en el proceso.