Crónica Madrid.

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Aena refuerza regulaciones aeroportuarias tras controversia en Barajas.

Aena refuerza regulaciones aeroportuarias tras controversia en Barajas.

En un movimiento decisivo que busca restaurar el orden y la seguridad en sus instalaciones, Aena ha revisado y actualizado sus normas internas sobre el funcionamiento de los aeropuertos de su red. Este nuevo marco regulatorio otorga al gestor aeroportuario autoridad para implementar medidas como controles de acceso, cierres y desalojos cuando sea necesario.

Este documento establece con claridad la normativa que rige los aeropuertos, aplicable a todas las personas que se encuentren en estas instalaciones. La iniciativa se enmarca en la problemática creciente en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, donde se ha evidenciado una notable presencia de personas que pernoctan en sus recintos.

El pasado 14 de mayo, el Comité de Dirección Ejecutivo de Aena acordó esta actualización, como se detalla en la información recopilada por Europa Press. Entre las principales modificaciones, se destaca la potestad de Aena para fijar las condiciones de acceso y permanencia en sus aeropuertos, reafirmando su derecho de admisión.

Con la finalidad de no agravar la situación en Barajas relacionada con la presencia de personas sin hogar, Aena ya había anticipado hace una semana su intención de intensificar los controles de acceso durante las horas de menor actividad aérea. Así, solo los pasajeros con tarjeta de embarque, sus acompañantes y el personal del aeropuerto podrán acceder a las terminales durante estos periodos.

La revisión de las normas también establece que los procedimientos necesarios para llevar a cabo controles de acceso y desalojos deben ser regulados por las autoridades competentes de cada aeropuerto. El documento, que abarca seis páginas, detalla obligatoriamente las actividades prohibidas en los recintos aeroportuarios, identificando hasta 27 conductas que no serán toleradas.

Ahora, el artículo referente a la obligatoriedad del cumplimiento y el derecho de admisión ha sido fragmentado en dos secciones que aclaran las consecuencias de incurrir en comportamientos no permitidos y el ejercicio del derecho de admisión. El gestor aeroportuario refuerza así su autoridad para decidir las condiciones en las que se permite el acceso y la permanencia en sus instalaciones.

En cuanto a los desalojos, el nuevo protocolo especifica las competencias de los servicios de seguridad del aeropuerto, destacando que se podría solicitar la colaboración de las autoridades competentes si fuera necesario. El reglamento anterior también mencionaba que este proceso debe ejecutarse por los Servicios de Seguridad del Aeropuerto, con la previa autorización de las Fuerzas de Seguridad del Estado si fuera preciso.

Entre las actualizaciones del catálogo de actividades prohibidas se han añadido nuevas prácticas, como el ejercicio de la prostitución, y se ha subrayado que los animales que realicen necesidades fisiológicas en el aeropuerto no serán retirados de inmediato. A su vez, se permitirá la entrada de vehículos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y del personal de Aena, en ejercicio de sus funciones.

Finalmente, el nuevo reglamento mantiene la opción de denunciar a la autoridad correspondiente si alguna actividad prohibida pudiera, además, constituir una infracción penal o administrativa, alineándose con las normativas vigentes.