En una reciente aparición, el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha elogiado al secretario general del PSOE-M, Óscar López, describiéndolo como un hombre de "lealtad" indiscutible y un ferviente miembro de "equipo". En este contexto, Zapatero ha aseverado que "todo comenzó con el 'tamayazo' y será con Óscar López que todo cambiará".

Durante un diálogo titulado 'Izquierda valiente' que tuvo lugar en el 15 Congreso Regional del PSOE-M, Zapatero se dirigió al auditorio en el campus de Leganés de la Universidad Carlos III. En ese foro, proclamó con firmeza que "todo comenzó con el 'tamayazo' y será a través de Óscar López que se producirá el cambio".

Zapatero recordó el momento crítico de 2003 cuando Rafael Simancas no logró convertirse en presidente autonómico debido a la negativa de dos diputados del PSOE a apoyarlo. A partir de esa anécdota, el expresidente enfatizó que "la valentía es una característica que emana de la convicción y de la lealtad".

En su intervención, enfatizó la importancia de la convicción en el liderazgo y el discurso político. Afirmó que ha pasado mucho tiempo desde que vio a un líder con el deseo genuino de ganar y gobernar como lo hace Óscar López en Madrid. Además, destacó la trayectoria de lealtad del líder socialistas madrileños, describiéndolo como "un hombre de equipo".

Asimismo, Zapatero subrayó que "todas las transformaciones significativas en la historia, ya sean políticas, científicas o culturales, han sido impulsadas por personas valientes que se han creído en sus causas". Aseveró que observa en Óscar López esa fortaleza que lo caracteriza, y que le permite estar al frente de un cambio prometedor.

En un giro crítico, Rodríguez Zapatero no dudó en atacar a una derecha a la que calificó de "incapaz de amar a su país, pues se adolece de egoísmo". A su juicio, si realmente quisieran a España, reconocerían que el país está atravesando "el mejor momento de su historia democrática, tanto a nivel económico como social, en términos de libertades, derechos y paz".

El expresidente no escatimó en críticas hacia la oposición, afirmando que "están todo el tiempo disparando misiles Tomahawk" argumentando que estos dirigentes solo saben comunicarse con el público para sembrar divisiones y odio hacia el adversario. Zapatero instó a su partido a distanciarse de esas tácticas destructivas, indicando que no tienen cabida ni en el presente ni en el pasado, y reafirmó la necesidad de una política de unidad y camaradería.