Un impresionante jardín vertical de 3.250 m2 en la M-30 absorbe contaminación gracias a su vegetación.
El Ayuntamiento de Madrid ha concluido la ejecución del proyecto piloto "Calle 30 Natura", en el cual se han cubierto un total de 3.250 m2 de muros de la M-30 con 23 especies vegetales diferentes. Estos jardines verticales se encuentran en la vía de circunvalación más transitada de España, con 1,1 millones de vehículos al día. El proyecto ha contado con un presupuesto de 3,8 millones de euros.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, visitó la instalación en la glorieta de Nueva Zelanda junto a otros miembros del gobierno municipal. Esta intervención forma parte de los compromisos del Ayuntamiento para aumentar la infraestructura verde de la ciudad y mejorar la calidad del aire, combatir los grafitis y adaptarse al cambio climático.
Además de su impacto ambiental positivo, los jardines verticales también contribuyen a embellecer la ciudad y eliminar el espacio para los grafitis. Los muros vegetados ayudan a reducir la isla de calor, las emisiones de los vehículos y la contaminación acústica.
El proyecto incluye la instalación de sensores de contaminación en los jardines verticales para monitorear la captación de contaminantes y evaluar su impacto a lo largo del tiempo. Los datos obtenidos se compararán con los datos generales de contaminación de Calle 30 y las estaciones de contaminación del Ayuntamiento de Madrid.
También se llevará a cabo un estudio sobre la capacidad de los jardines verticales para atraer biodiversidad, especialmente aves e insectos polinizadores, durante diferentes estaciones del año. Estos jardines cuentan con un sistema centralizado y sectorizado de riego que se adapta a las necesidades de cada panel.
En su visita, el alcalde aprovechó para invitar a la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, a conocer el proyecto y felicitó a Madrid por cumplir con los límites de calidad del aire, a diferencia de Barcelona.