El miércoles 16 de abril a las 15:00 horas, comenzó la segunda fase de la Operación Especial de Tráfico para la Semana Santa en la Comunidad de Madrid, enfrentando desde el inicio un escenario complicado en las principales salidas de la capital. Las autovías A-3, A-4 y A-5 han reportado problemas de circulación, lo que ha generado un desasosiego palpable entre los viajeros.

Según los informes emitidos por la Dirección General de Tráfico (DGT), los puntos más conflictivos a esa hora se localizaban en la A-3 en Rivas, la A-4 en Pinto y la A-5 en Arroyomolinos, donde los conductores experimentaban una considerable lentitud en su avance.

La situación no solo se limitó a las cercanías de Madrid; la A-5 también mostró signos de congestión cerca de Maqueda, en Toledo, con el tráfico fluyendo lentamente en dirección hacia Extremadura.

La DGT estima que durante esta segunda fase de la operación, que se prolongará hasta la medianoche del lunes 21, se prevén unos 1.670.000 desplazamientos en las carreteras de la región. Esta fase coincide con un festivo en diversas comunidades autónomas, incluidos Cataluña, País Vasco, La Rioja, Comunidad Valenciana y Navarra, lo que podría intensificar aún más el tráfico.

Este tramo de la Operación Especial es, sin duda, el más relevante en términos de volumen de desplazamientos, con una proyección nacional que alcanza los 9 millones de trayectos de larga distancia a lo largo de todo el país.