
La defensa de María José Bustos, conocida en los medios como la 'viuda negra' de Torrejón de Ardoz, ha recibido un golpe tras las conclusiones de la pericia psicológica presentada en el juicio. Este análisis ha determinado que la acusada no sufre ningún trastorno mental que afecte su comportamiento criminal, lo que la hace aún más peligrosa ante los ojos de la ley.
Según fuentes que siguen de cerca el caso, Bustos, quien enfrenta un juicio por el asesinato de su esposo comercial en agosto de 2021, mostró señales de ansiedad tras el crimen. Sin embargo, se descubrió que había estado realizando búsquedas en internet relacionadas con el tiempo que tarda la Policía en resolver casos de homicidio, lo que podría interpretarse como una muestra de premeditación.
Durante el juicio, se revelaron detalles perturbadores sobre las búsquedas en línea que la acusada realizó meses después del asesinato, específicamente en noviembre de 2021. Estos datos fueron extraídos de los ordenadores confiscados en su domicilio, los cuales evidencian un inquietante interés por la investigación criminal.
Los agentes del Grupo VI de Homicidios de la Policía Nacional han establecido un vínculo contundente entre Bustos y Gabriel E. C., el anciano asesinado el 26 de agosto de 2021. Su cadáver fue encontrado en un estado espantoso, calcinado en un área boscosa de Villa de Vallecas, lo que plantea preguntas sobre la brutalidad del crimen.
Una médico forense que compareció en la sesión destacó que, a pesar de no identificar trastornos mentales agudos, se observó un diagnóstico que podría sugerir una personalidad borderline, aunque se aclaró que esto no influyó en su capacidad para cometer el delito. Tal diagnóstico podría generar más debate sobre la responsabilidad penal de la acusada.
La investigación también ha girado en torno a una huella de neumático hallada en el lugar donde fue encontrado el cuerpo de Gabriel. Esta prueba fue fundamental para identificar el vehículo utilizado en el crimen, gracias a la labor de los agentes que realizaron un exhaustivo análisis de las grabaciones de las cámaras de seguridad en el área.
Frente a estas evidencias, la fiscalía ha solicitado una pena de veinte años de prisión para Bustos, acusándola de asesinato. Además, otro individuo relacionado con el caso se enfrenta a tres años por encubrimiento, lo que destaca la complejidad de esta trama criminal.
La declaración de los acusados está programada para mañana, mientras que los informes finales de ambas partes tendrán lugar el miércoles. Se espera que el tribunal entregue posteriormente el veredicto al jurado popular, incrementando la tensión en torno a la resolución de un caso que ha captado la atención pública.
Según el escrito de acusación, el fatal incidente ocurrió durante una discusión en un centro de estética, propiedad de Bustos. La confrontación terminó en tragedia cuando la mujer, en un arrebato de ira, golpeó a su víctima, causándole severas lesiones que llevaron a su muerte tras un acto de asfixia.
Un día más tarde, el cómplice de Bustos estaba plenamente consciente de la gravedad del crimen cuando ambos se dirigieron a una estación de tren a recoger un automóvil, que utilizaron para transportar el cuerpo hacia un lugar remoto antes de incinerarlo en un intento de encubrir el crimen.
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