
MADRID, 23 de septiembre.
En un operativo reciente, la Policía Nacional ha llevado a cabo la liberación de cinco mujeres que estaban siendo víctimas de una red criminal internacional dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual. Esta organización también se encontraba involucrada en actividades ilegales relacionadas con la prostitución forzada, el abuso de derechos de ciudadanos extranjeros y el tráfico de drogas en las provincias de Toledo y Madrid, según reporta la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
La operación finalizó con la captura de ocho individuos en las provincias mencionadas, con siete detenciones en Toledo y una en Madrid. Entre los arrestados se encontraban los tres líderes de esta organización, quienes ya han sido encarcelados de forma preventiva.
Los métodos de la red para captar a las mujeres eran engañosos. Se les prometía un futuro mejor en España, lo que les llevaba a asumir deudas que podían alcanzar los 6.000 euros, que debían pagar mediante la prostitución en clubes durante las 24 horas del día. En este entorno, las víctimas vivían bajo coacción y amenazas constantes.
La investigación se puso en marcha en octubre de 2024, cuando una mujer en Melilla se presentó a las autoridades para denunciar su situación de trata con fines sexuales.
Los agentes lograron identificar una organización delictiva compuesta por personas tanto latinoamericanas como españolas, cuyo modus operandi se centraba en la explotación de mujeres sudamericanas, principalmente de Colombia y Venezuela, a quienes captaban bajo falsas promesas en sus países natales.
La red se encargaba de todos los trámites necesarios para el viaje, informando a las futuras víctimas que contraerían una deuda considerable, la cual debían saldar en un corto periodo de tiempo a través de la prostitución.
Al llegar a España, las mujeres eran llevadas a domicilios controlados por la organización en Torrijos y Madrid, donde se les confiscaba la documentación y eran forzadas a trabajar en la prostitución para pagar su deuda.
Dentro de la red, había mujeres encargadas de supervisar a las víctimas, asegurándose de que siguieran un horario estricto y cobraran tarifas específicas, además de obligarlas a entregar la mitad de sus ganancias a la organización.
Las viviendas estaban equipadas con cámaras de seguridad, lo que permitía una vigilancia constante de las víctimas. En algunos casos, una de las mujeres logró escapar durante un cambio de lugar de explotación, pero recibió amenazas tanto locales como desde su país de origen, instándola a regresar y pagar la deuda.
La explotación sexual no era la única actividad ilegal de la red; también se dedicaban a la distribución de drogas, permitiendo a los clientes acceder a cocaína en los mismos inmuebles donde se realizaban las actividades de prostitución. Esto contribuía a generar importantes beneficios económicos que se distribuían entre los miembros de la organización.
En la fase final de la operación, se clausuró un club de alterne y se realizaron registros en cuatro propiedades, incluyendo tres en Toledo y una en Madrid, donde se recopiló evidencia crucial para el caso. Los arrestos incluían a siete en Toledo y uno en Madrid, con tres detenidos en prisión preventiva. En los registros, se descubrió más de 7.000 euros en efectivo.
Los agentes también encontraron 2 kilogramos de cocaína, desglosados en forma pura y listos para su distribución. En el lugar, se halló un laboratorio destinado a la producción de estas sustancias, con los materiales adecuados para su manipulación y empaquetado.
Además, se confiscó una gran cantidad de documentación relacionada con las actividades criminales, así como material informático y seis teléfonos móviles pertenecientes a los investigados más relevantes de la organización.
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