Crónica Madrid.

Crónica Madrid.

Madrid enfrenta caos vial y restricciones en la L6 este septiembre.

Madrid enfrenta caos vial y restricciones en la L6 este septiembre.

MADRID, 21 de septiembre.

En el mes de septiembre, Madrid se enfrenta a serios desafíos en su red de transporte, marcados por cortes en el tráfico debido a una confluencia de grandes obras y el cierre temporal de la Línea 6 del Metro. Esta situación ha llevado a los ciudadanos a reestructurar sus horarios para cumplir con sus compromisos diarios.

La capital, donde el transporte público es fundamental, presenta complicaciones no solo en el tráfico rodante, sino también en el funcionamiento del suburbano. La combinación de trabajos en el Metro y las congestiones en las vías urbanas ha ampliado notablemente las horas punta, aquellos momentos en los que el tráfico suele ser más intenso.

En septiembre de 2024, los datos oficiales revelaron que el Metro y los autobuses de la EMT registraron más de 99,95 millones de viajes, una cifra que se ha visto marcada por las obras que perturbaban la circulación, afectando tanto a los ciudadanos que usan vehículos privados como a los pasajeros del servicio de autobuses.

Con el inicio del nuevo curso escolar el 8 de septiembre, el Ayuntamiento ha señalado un aumento considerable en el tráfico, con colas y retrasos más allá de lo usual durante los días laborables, prolongando las horas de congestión.

Las principales vías de acceso a Madrid también se han visto impactadas por atascos en las autovías, con la M-30 siendo particularmente crítica, registrando cerca de un millón de desplazamientos diarios y superando los 300.000 vehículos durante la semana.

En la ciudad, tres grandes proyectos están dificultando la circulación: el soterramiento de la A-5, la cobertura de la M-30 para la construcción del Parque Ventas y el soterramiento del Paseo de la Castellana. Además, se suman otras obras menores que afectan el entorno de Conde de Casal por la conexión de las líneas de Metro mencionadas.

Particularmente problemático es el cierre del arco este de la Línea 6, que conecta las estaciones de Moncloa y Legazpi, con más de 143.000 pasajeros diarios, prolongándose hasta fin de año. Esto ha desencadenado una redistribución de viajeros hacia otras líneas, que enfrenta su propia presión y congestionan en las primeras horas de la mañana.

Metro ha reportado una disminución en el número de entradas a la Línea 6, pasando de 401.000 a 133.000, con una notable transferencia de usuarios a las líneas 1, 2, 3, 4, 5, 9 y 10; muchos optan por otros modos de transporte o servicios alternativos de autobuses. Sin embargo, estos últimos no salen indemnes de críticas por las largas esperas y las colas formadas.

Desde el 6 hasta el 16 de septiembre, el SE6, que conecta Legazpi y Moncloa, transportó a más de un millón de usuarios, promediando alrededor de 103.890 pasajeros diarios, mientras que el SE5 tuvo a 48.916 usuarios en el mismo periodo.

El Ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha sido uno de los que ha denunciado la situación, refiriéndose a un “colapso” en el servicio de Metro que afecta a miles de madrileños. Tanto el PSOE como Más Madrid también han cuestionado las decisiones del gobierno regional, que acusan de falta de planificación al realizar obras en un momento crítico como el inicio del curso escolar.

La respuesta de la Comunidad de Madrid ha sido matizar que estas obras son esenciales para la modernización de la ciudad, pidiendo comprensión a los ciudadanos y precisando que se están monitorizando las condiciones de movilidad diariamente, con la posibilidad de reforzar servicios si es necesario.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha expresado su esperanza en que, para diciembre, los ciudadanos podrán experimentar una disminución de las complicaciones en el tráfico, especialmente en lugares claves como la zona de Delicias y el Santiago Bernabéu.

Desde la oposición, PSOE-M exige medidas más drásticas, como la gratuidad de los abonos de transporte hasta que cesen las dificultades, mientras que Vox ha criticado el estado del sistema de transporte, calificándolo de “fallido”, acusando a los políticos de desconectarse de la realidad que viven los ciudadanos al viajar en coches oficiales.

Ante esta situación, los ciudadanos se ven obligados a adaptar sus horarios y tener paciencia, confiando en que las obras actuales traerán resultados positivos a largo plazo. Sin embargo, la frustración es palpable en el día a día de los madrileños.