Unas 3.800 personas se han congregado nuevamente a las puertas de la sede nacional del PSOE en Madrid en protesta contra los pactos realizados por el candidato socialista a la investidura, Pedro Sánchez, con los independentistas. Además, los manifestantes también han mostrado su rechazo hacia la ley de amnistía ya pactada con ERC y en vías de negociación con Junts.

Según fuentes de la Delegación de Gobierno de Madrid, la concentración ha dejado tres detenidos por desobediencia y atentado contra la autoridad. Durante la protesta, se vivieron momentos de tensión cuando los asistentes intentaron derribar las vallas de seguridad que la Policía Nacional había colocado para mantenerlos alejados de la puerta de la sede socialista.

En un momento dado, alrededor de las 21.30 horas, se produjo un aumento de la tensión y los efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) tuvieron que intervenir, utilizando gases lacrimógenos, pelotas de goma y botes de humo. Iniciaron una carga contra los manifestantes que se extendió por los alrededores de Ferraz, en las calles Marqués de Urquijo y de la Princesa, dispersando finalmente a los participantes entre gritos contra el Gobierno de Pedro Sánchez.

La plataforma Revuelta, vinculada a la asociación estudiantil Plataforma 711, fue la organizadora de la protesta que comenzó a las 20.00 horas del pasado lunes. Esta plataforma defiende los valores cristianos y la idea de la reconquista.

Los asistentes a la concentración portaron banderas de España, incluyendo algunas franquistas, así como carteles en contra de Pedro Sánchez, Puigdemont y la amnistía. Entre los lemas coreados se encontraban "Sánchez a prisión", "lo llaman democracia y no lo es" o "no nos engañan, Cataluña es España".

Además, se repartieron carteles con los mensajes "Amnistía no" y "Sánchez traidor", y se utilizaron altavoces, cacerolas y silbatos para hacer oír sus demandas.

Esta ha sido la tercera ocasión en la que se han producido concentraciones en la calle Ferraz desde que Sánchez pactó con ERC una ley de amnistía que beneficiaría a los procesados del 'procés' catalán, el traspaso de competencias de Rodalíes y la condonación de hasta 15.000 millones de euros de deuda del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) a Cataluña.