
Este miércoles se conmemora el primer año de la trágica muerte de Borja Villacís, hermano de la exvicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, quien perdió la vida tras un ataque armado en una carretera que conecta El Pardo y el barrio de Montecarmelo.
El suceso ocurrió alrededor de las 12:30 del 4 de junio en el kilómetro 6 de la carretera M-612, en el distrito Fuencarral-El Pardo. Borja Villacís se dirigía a mediar en un conflicto, pero se encontró con una emboscada perpetrada por tres sujetos que viajaban en un vehículo.
Los agresores dispararon indiscriminadamente contra Borja y su acompañante, resultando en la muerte inmediata del hermano de la exvicealcaldesa. El tercer involucrado logró llevar a su amigo herido a un centro médico.
Los tres atacantes están actualmente bajo custodia en prisión preventiva, tras la intervención de la magistrada Inmaculada Iglesias. Kevin Pastor ha sido señalado como el autor material de los disparos, enfrentando cargos que incluyen homicidio, tentativa de homicidio, tenencia ilícita de armas y falsedad documental.
Entre los involucrados, la madre de Kevin, acusada de participación en los hechos, y un joven marroquí de 18 años detenido recientemente, también están implicados en el caso.
De acuerdo a fuentes legales consultadas por Europa Press, la investigación se encuentra en su etapa final, con la recolección de evidencias avanzando adecuadamente.
En el día del crimen, Borja había alquilado un Citroën C3 blanco para reunirse con conocidos de una familia de Bargas, Toledo, con el objetivo de resolver disputas previas relacionadas con la incendiación de un vehículo.
Los sospechosos llegaron en un BMW X2 gris, que también había sido alquilado poco antes. Desde el inicio del trayecto, el Citroën y el BMW colisionaron de forma intencionada, lo que provocó que dos hombres con armas de fuego descendieran y abrieran fuego sobre Villacís, quien quedó gravemente herido en la cuneta.
El amigo de Borja, que también fue atacado, logró llegar al hospital Fundación Jiménez Díaz, donde se recupera tras haber ingresado con heridas de bala.
Los servicios de emergencia, al llegar al lugar, intentaron reanimar a Villacís, pero a pesar de los esfuerzos, fue declarado muerto a causa de lesiones producidas por disparos en la cabeza y el tórax.
Después de la agresión, el BMW huía del lugar y fue encontrado abandonado en una rotonda cercana, con evidentes daños estructurales que despertaron la sospecha de los transeúntes y llevaron a alertar a las autoridades.
Los testigos informaron que habían visto a un hombre y una mujer cambiando las matrículas del vehículo y ocultando pruebas en la cercanía. Las investigaciones revelaron que, tras los disparos, los atacantes intentaron deshacerse de las armas en un descampado cercano.
Las fuerzas policiales encontraron las matrículas cambiadas y las armas utilizadas en el ataque, incluyendo un fusil de asalto y una escopeta, escondidas en el área.
Maria José E.J., una de las involucradas, fue arrestada poco después en un lavadero de autos en Madrid, aunque intentó argumentar que había sido secuestrada. Se trata de una mujer con antecedentes penales significativos.
Al día siguiente, una operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil resultó en la captura de dos hombres en Yuncos, Toledo. Uno de ellos, hijo de María José y con un largo historial delictivo, también estaba siendo buscado por otras actividades ilícitas.
Tras las detenciones, la jueza que dirige el caso ordenó prisión preventiva para madre e hijo, mientras que otro implicado quedó en libertad al no estar vinculado directamente al crimen de Villacís.
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