Crónica Madrid.

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Metro de Madrid iniciará obras de conservación en la emblemática estación de Chamberí.

Metro de Madrid iniciará obras de conservación en la emblemática estación de Chamberí.

En Madrid, se han anunciado importantes trabajos de restauración en la emblemática estación de Chamberí del Metro, una joya arquitectónica que data de 1919, cuando se inauguró la primera línea de metro de la ciudad. La intervención tiene como objetivo solucionar los daños provocados por el paso del tiempo en áreas clave como el vestíbulo, pasillos y andenes.

Metro de Madrid ha iniciado el proceso de licitación para este proyecto, que cuenta con un presupuesto de 203.355 euros, IVA incluido, y un plazo estimado de duración de ocho meses para su ejecución, según información obtenida por Europa Press.

La estación de Chamberí, apodada popularmente como la 'Estación Fantasma', se distingue por ser una de las más antiguas de la red metropolitana, siendo parte de la primera línea inaugurada por el rey Alfonso XIII, la cual conectaba Sol con Cuatro Caminos y contaba con un total de ocho estaciones.

La restauración se centra en el tratamiento de las filtraciones y otros problemas estructurales derivados del ambiente subterráneo de la estación, que han menoscabado considerablemente su valor histórico. Este trabajo busca preservar y proteger este espacio cultural para las generaciones futuras.

El proyecto contempla la restauración de diversos elementos arquitectónicos visibles que incluyen azulejos, pinturas murales, solados y estructuras metálicas, además de las bóvedas de la estación, con especial atención a las áreas del vestíbulo, pasillos y andenes.

Debido a su ubicación subterránea y la falta de un tratamiento impermeabilizante adecuado, es esencial realizar trabajos de mantenimiento de manera periódica para asegurar la conservación del lugar y garantizar que los visitantes puedan apreciar plenamente este bien cultural.

Entre los años 2006 y 2008, se realizó una restauración integral que transformó la estación en un museo, obra de los arquitectos Pau Soler y Miguel Rodríguez. Desde entonces, se han llevado a cabo varias intervenciones de conservación, destacando los trabajos realizados en 2017 y 2020, así como los recientes en 2022, donde se actuó sobre los azulejos de los paneles publicitarios y se mejoraron otros elementos estructurales.

La estación de Chamberí fue operativa desde su inauguración hasta el 22 de mayo de 1966, cuando se cerró debido a dificultades para adaptar los andenes a los trenes más largos. Permaneció cerrada durante cuatro décadas hasta su rehabilitación como espacio museístico.

Diseñada por el arquitecto Antonio Palacios, la estación refleja la influencia de las estaciones de metro parisinas, presentando en su interior anuncios en azulejos que exhiben productos de su época. Estos carteles publicitarios son uno de los principales atractivos del lugar, conservándose en su estado original desde los años 20.

El diseño funcional de la estación priorizó la simplicidad en sus recorridos, incorporando lucernarios para aprovechar luz natural y revestimientos cerámicos decorativos que embellecen el espacio.

La bóveda está revestida con azulejos blancos biselados, y decenas de grandes azulejos sevillanos adornan los anuncios, preservando la estética publicitaria de hace más de un siglo.

La estación de Chamberí no solo sirve como un atractivo museístico, sino que ofrece a sus visitantes un viaje al Madrid de las décadas de 1950 y 1960, tan solo descendiendo unos escalones y cruzando el umbral de otra época.