Crónica Madrid.

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Los vecinos de Aranjuez se oponen a la instalación de una macroplanta solar junto a un colegio.

Los vecinos de Aranjuez se oponen a la instalación de una macroplanta solar junto a un colegio.

Un nuevo proyecto de energía renovable en Aranjuez ha generado controversia entre los residentes de la zona. Esta macroplanta fotovoltaica, que tendrá una capacidad de 280 megavatios, ya cuenta con la aprobación de impacto ambiental y los permisos de construcción necesarios para su ejecución.

Ubicada a tan solo 25 metros del colegio Maestro Rodrigo y de múltiples hogares, la planta ha suscitado numerosas protestas de parte de la comunidad local. A pesar de los esfuerzos de los vecinos por frenar la obra, el Ministerio de Transición Ecológica ha respaldado el proyecto, conocido como Envatios XXII-Fase II.

Un simple recorrido por las inmediaciones revela la cercanía alarmante entre la futura macroplanta y el patio del colegio, separado solo por un camino de tierra. Este vecindario alberga alrededor de 8.000 residentes que ahora se ven amenazados por la llegada de miles de placas solares en un terreno que actualmente está cubierto por más de 11.000 olivos.

La promotora del proyecto, Envatios Fuencarral SLU, recibió la autorización administrativa para comenzar la construcción en enero de este año, un hecho que ha aumentado la preocupación entre los ciudadanos. Aunque el proceso se inició en marzo de 2021, fue solo en el verano de 2023 cuando los habitantes comenzaron a tomar conciencia del alcance del proyecto.

En un esfuerzo por organizar sus inquietudes y protestas, los vecinos han enfrentado numerosos obstáculos. José María Belmonte, presidente de la Asociación por la Urbanización de la Montaña, comentó: “Cada vez que hacemos un avance, ellos parecen ir mucho más adelantados”.

Una de las principales propuestas de los ciudadanos ha sido reubicar la planta para salvaguardar la salud de los niños y los residentes cercanos. Durante la fase inicial del proyecto, se consideraron tres alternativas, pero finalmente se decidió por la opción más cercana a la urbanización de La Montaña, supuestamente por ser la más rentable.

A pesar del apoyo inicial de algunos partidos de la oposición y del propio Ayuntamiento, gobernado por el PP, las reclamaciones han sido infructuosas, ya que se iniciaron cuando el proyecto ya contaba con la declaración de impacto ambiental aprobada.

Belmonte enfatiza que la lucha de la asociación no se basa en una oposición a la energía solar, sino que se centran en la ubicación desventajosa del proyecto. Destacan preocupaciones en cuatro áreas clave: la salud pública, el medio ambiente, la economía y el patrimonio cultural.

En cuanto a la salud, Belmonte expresa su inquietud por la proximidad de la línea de evacuación eléctrica al colegio, y el potencial riesgo de radiaciones electromagnéticas. "No se ha realizado ningún estudio sobre los efectos secundarios que esto podría tener”, señala un vecino que prefiere permanecer en el anonimato.

A pesar de que la declaración de impacto ambiental indica que se seguirán las regulaciones para minimizar riesgos, los ciudadanos siguen preocupados por cuestiones como el aumento del polvo en suspensión y las temperaturas provocadas por la instalación.

Desde un punto de vista medioambiental, los residentes se oponen a la conversión de olivos en paneles solares y al riesgo de reducción de la biodiversidad local. Belmonte ha comentado sobre la presencia de especies protegidas en la zona y está en proceso de recopilación de estudios que lo demuestran.

La normativa exige que se tomen medidas para proteger el corredor ecológico cercano, como soterrar líneas eléctricas y sinalizar la planta para prevenir colisiones con aves.

Por otro lado, los vecinos temen que la construcción de la planta cause una depreciación en el valor de sus propiedades, advirtiendo que el crecimiento urbano y las necesidades de los residentes no se han tomado en cuenta adecuadamente.

Además, se oponen firmemente a que el proyecto comprometa el estatus del Paisaje Cultural de Aranjuez, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. El alcalde de Aranjuez, Miguel Gómez, ha expresado su desacuerdo con la instalación, argumentando que comprometería la integridad del paisaje.

Mientras tanto, los vecinos todavía mantienen la esperanza de que la evaluación ambiental estratégica, que está siendo examinada por el Gobierno regional, pueda ofrecer una vía para frenar el proyecto. Este análisis es considerado crucial y su resultado será determinante.

Belmonte mantiene su optimismo respecto a que se puedan encontrar alternativas para la ubicación de la planta. Declaró: “No estamos en contra de la energía solar, sino en contra de que se instale aquí, donde claramente no es apropiado”.