
En el juicio por el crimen de Juana Canal, los peritos forenses han confirmado que los restos óseos encontrados no permiten determinar la causa de la muerte debido al paso del tiempo transcurrido desde su desaparición en extrañas circunstancias en Ciudad Lineal en 2003.
Este lunes, la Audiencia Provincial de Madrid ha sido escenario de las declaraciones de las forenses que examinaron los restos y los agentes del Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil de Ávila que llevaron a cabo una inspección ocular en el lugar donde se encontraron los huesos en 2022.
Las expertas han señalado que es imposible determinar cómo murió la víctima, descartando la posibilidad de calificar el caso como un asesinato tras tantos años.
El acusado afirma que Juana falleció tras un golpe durante una discusión provocada por problemas con el alcohol, versión que es cuestionada por la acusación que sugiere un posible estrangulamiento seguido de descuartizamiento en la finca familiar.
Las peticiones de pena varían entre homicidio doloso y homicidio imprudente que, de ser aceptada esta última, podría llevar a la liberación del procesado debido a la prescripción del delito.
Los restos presentaban signos de descuartizamiento y lesiones compatibles con un objeto cortante, apoyando la versión del acusado.
Los agentes que llevaron a cabo la inspección han detallado el proceso de búsqueda de restos humanos en la parcela, destacando la complejidad del hallazgo.
Mañana se espera la audición de conversaciones telefónicas entre el acusado y su esposa, así como los informes finales de las partes antes de que el jurado emita su veredicto la próxima semana.
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