El presidente Sánchez se encuentra bajo fuego por sus promesas incumplidas en el ámbito de la vivienda, como ha señalado el consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Jorge Rodrigo. En una crítica mordaz, Rodrigo ha subrayado que la reciente promesa del presidente de crear una empresa pública de vivienda podría terminar siendo simplemente un nuevo “chiringuito” para favorecer a sus allegados.

En una rueda de prensa realizada este lunes en la estación de Colombia del Metro de Madrid, el consejero no dudó en calificar la gestión del presidente Sánchez en materia de vivienda como un rotundo fracaso. “El presidente Sánchez prometió 184.000 viviendas y de momento no ha hecho nada”, ha dejado claro, reflejando la frustración que se vive en la Comunidad de Madrid ante la inacción del Gobierno central.

El anuncio de Sánchez, hecho durante el cierre del 41º Congreso Federal del PSOE en Sevilla, consiste en la creación de una “gran” empresa pública de vivienda. En su discurso, también arremetió contra el Partido Popular por sus críticas a la Ley estatal de Vivienda, considerada ineficaz por muchos analistas y expertos del sector.

El consejero madrileño enfatizó que la competencia en materia de vivienda recae en las Comunidades Autónomas y que las soluciones deben ser fruto de un esfuerzo colectivo. “Es un asunto que requiere la colaboración de todos para ofrecer a nuestros jóvenes y a las familias la oportunidad de adquirir un hogar y realizar sus proyectos de vida”, precisó Rodrigo.

En un tono irónico, se cuestionó las verdaderas intenciones del Gobierno para abordar este problema. Rodrigo dejó entrever que la iniciativa podría se materializar en otra maniobra política del ejecutivo de Pedro Sánchez, orientada más a beneficiar a sus amigos que a resolver las reales necesidades de vivienda de los ciudadanos.

Con firmeza, el consejero concluyó: “Después de seis años de presidencia, Pedro Sánchez no ha producido avances significativos en la cuestión de la vivienda, salvo la aprobación de una Ley que ha resultado dañina para el mercado inmobiliario. Y de las 184.000 viviendas prometidas, la realidad es que no hemos visto ninguna materializarse”.