Recientemente se ha desatado un intenso debate en la capital española, con Más Madrid y el PSOE al frente, tras la decisión del Ayuntamiento de proceder con la tala de árboles en la emblemática plaza de Santa Ana. La administración local asegura que las intervenciones que se realizarán se limitarán a “un par de ejemplares”, generando controversia entre los vecinos y miembros de la oposición.
El clima de descontento se hizo evidente el pasado martes, cuando numerosos residentes se congregaron para manifestar su rechazo a la eliminación de vegetación en una plaza que, por su ubicación céntrica, es un espacio muy valorado por la comunidad. Al ritmo del lema “más arbolitos y menos chiringuitos”, la concentración fue organizada por la Asociación Vecinal de Sol y Barrio de Las Letras, sumándose a una serie de protestas que han tenido lugar en las últimas semanas con el objetivo de salvaguardar los árboles de la plaza.
Bajo el alero de la polémica, Borja Carabante, el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento, defendió la necesidad de las obras que se planean, argumentando que se trata de un proyecto esencial para la ampliación de la plaza y la remodelación de un aparcamiento que data de 1966. Según Carabante, las talas se restringirán a unos pocos ejemplares, lo que contrasta con la feroz oposición de quienes consideran que esta intervención es un ataque directo al patrimonio natural de la ciudad.
Desde el punto de vista de los grupos municipales de Más Madrid y del PSOE, la justificación del Ayuntamiento no es suficiente. Rita Maestre, portavoz de Más Madrid, expresó su preocupación sobre la verdadera motivación detrás de estas obras, que según ella no fueron solicitadas por los ciudadanos y no contribuirán a la mejora del entorno urbano, sino que están impulsadas por el interés de maximizar las ganancias de la empresa que gestiona el aparcamiento privatizado.
En su intervención, Maestre no dudó en calificar la situación de una falta de compromiso con los vecinos, apuntando que no existen razones válidas que respalden la tala de árboles que llevan varios años contribuyendo a la vida de la plaza. Señaló que, a pesar de la defensa realizada por el gobierno local, el peso de la verdad se inclina hacia la incertidumbre sobre el número real de árboles que se verán afectados en esta decisión, que podría alcanzar cifras alarmantes.
Por otro lado, la portavoz del PSOE, Reyes Maroto, no escatimó en críticas hacia el gobierno municipal, tildando de “mentiras” las afirmaciones de Carabante sobre el número de árboles que se extinguirán en este espacio público. Con tono firme, Maroto reveló que, lejos de los estimados de dos o tres ejemplares, la cifra real asciende a 29, acusando al gobierno de falta de fiabilidad y transparencia en sus comunicados.
Maroto enfatizó la necesidad de que el grupo socialista se mantenga al lado de los ciudadanos en la lucha por la preservación del verde en la ciudad, rechazando cualquier proyecto que transforme las plazas en espacios duros y carentes de vida. Con un claro llamado a la conciencia ambiental, resaltó la importancia de mantener el arbolado urbano como una respuesta a la emergencia climática y un elemento esencial para mejorar la calidad del aire en Madrid.
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