MADRID 15 Nov.

Este viernes, varias familias vinculadas a la guardería Pecas, ubicada en Pozuelo de Alarcón, han tenido la oportunidad de visualizar las grabaciones de las cámaras de videovigilancia que revelan, según las denuncias presentadas, un alarmante cuadro de maltrato y vejaciones hacia los niños por parte de las cuidadoras, descripciones que las acusaciones consideran como "violentas" y "sumamente graves".

La magistrada María del Carmen Neira, quien ejerce como jueza de Instrucción número 3 en Pozuelo, está llevando a cabo una investigación que involucra a un total de seis antiguas empleadas de esta guardería, entre las que se incluye la directora, bajo la sospecha de haber cometido delitos relacionados con el trato vejatorio, omisión del deber de socorro, lesiones y otras infracciones penales.

Este mismo día, seis padres de los afectados han comparecido ante la jueza para compartir los efectos que han notado en sus hijos, quienes han evidenciado cambios significativos en su comportamiento desde su salida de dicho centro educativo. Los progenitores también han tenido la oportunidad de revisar los vídeos que supuestamente documentan los actos violentos ocurridos en el lugar, según informan fuentes jurídicas a Europa Press.

En junio del pasado año, la Audiencia Provincial de Madrid dio validez a las grabaciones y reafirmó la decisión de la jueza de aplicar una orden de alejamiento contra dos de las acusadas en relación a su acceso al centro educativo.

Los jueces subrayaron que las imágenes presentadas en el caso evidencian un trato "brusco" hacia los niños, describiendo situaciones en las que, al momento de acostarlos para la siesta, eran empujados contra colchonetas, se les presionaba la cabeza y se les cubría con sábanas, incluso por completo, sugiriendo que muchos de ellos se encontraban boca abajo, lo que genera un riesgo de asfixia.

La investigación fue iniciada tras la denuncia de una empleada en prácticas que, de forma clandestina, grabó vídeos en los que se pueden observar presuntas humillaciones hacia los menores, llegando a escucharse que se les decía cosas como "vuestros padres son ricos".

La escuela infantil tuvo que cerrar sus puertas el 15 de febrero pasado como resultado de irregularidades urbanísticas, ya que el Ayuntamiento de Pozuelo constató que venía funcionando durante años con cinco estructuras educativas sin contar con la licencia correspondiente.

En la causa figuran un total de 21 menores, algunos de ellos de tan solo tres años, que habrían sido víctimas de presuntos malos tratos y vejaciones a manos de las personas encargadas de su cuidado.

Entre los pequeños que asistían a esta guardería estaban los hijos de destacados futbolistas como Álvaro Morata, Antoine Griezmann y Saúl, así como de cantantes y empresarios que residen en las lujosas urbanizaciones de la zona.

En diciembre del año pasado, la Policía Nacional procedió a la detención de tres trabajadoras bajo la acusación de maltrato. Tras comparecer ante la justicia, estas quedaron en libertad, pero bajo medidas cautelares impuestas por la magistrada encargada del caso.