El tribunal exige a la Fiscalía una acusación más precisa en el juicio por el joven abatido por el agente.
Un testigo asegura que ocho policías le dispararon cuando corría y niega que se abalanzara sobre los agentes
MADRID, 11 Oct.
Un caso que ha conmocionado a muchos llega a juicio, donde un guardia civil es juzgado por la muerte de un joven con esquizofrenia en Manzanares de Real. El tribunal ha pedido que la fiscalía, la familia y la Abogacía del Estado afinen sus acusaciones antes de los informes finales, dado que consideran que la calificación actual está incompleta. Esta acción, contemplada por la Ley de Enjuiciamiento Criminal, permite a los magistrados sugerir una calificación diferente si consideran que la actual es errónea.
El magistrado a cargo ha solicitado a las partes clarificar si los hechos podrían constituir un delito de homicidio imprudente, lesiones dolosas y/o una eximente de legítima defensa. El juicio ha sido aplazado para que las partes se preparen adecuadamente, atendiendo a estas aclaraciones.
En declaraciones, el agente acusado afirma que siguió el protocolo establecido, respaldado por otros agentes presentes durante la intervención policial. Sin embargo, dos testigos contradicen esta versión, afirmando que los disparos se efectuaron cuando el joven corría y no se abalanzó contra los agentes, desmintiendo la versión del procesado.
La fiscal mantiene su petición de una multa de 3.600 euros, mientras que la familia pide una condena de cuatro años de cárcel y seis de inhabilitación por homicidio imprudente. Los padres de la víctima critican la postura de la fiscalía, considerando que la petición de una multa es insuficiente y demandan una condena más severa para el acusado.
La madre del fallecido relató al tribunal los episodios de brotes psiquiátricos de su hijo, criticando la actuación de los guardias civiles que le dispararon ocho veces. Según la fiscalía, el acusado fue comisionado para intervenir en un incidente donde el joven mostraba comportamiento agresivo debido a su esquizofrenia.
El relato de los hechos señala que, a pesar de los intentos de dialogar con el joven, este se mostraba agresivo y amenazante, portando navajas y gritando expresiones violentas. Tras una serie de sucesos, el acusado realizó disparos que hirieron al joven, causándole la muerte posteriormente en el hospital.
La Fiscalía solicita una indemnización de 182.725 euros para la familia del fallecido, responsabilizando al acusado y al Estado como responsable civil subsidiario. El juicio continuará con la preparación de los informes finales y las aclaraciones solicitadas por el juez.
Tags:
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.