La Policía Nacional ha llevado a cabo una operación exitosamente planificada que culminó en la detención de un líder del narcotráfico en Madrid, relacionado con el infame clan de Los Gordos. Este individuo, conocido como Ricardo Hernández Motos, apodado 'El Bola', se encuentra en la tercera generación de una familia con notoria trayectoria en actividades delictivas.

El operativo, realizado el pasado 13 de mayo, resultó en la captura de veinte personas implicadas en delitos de narcotráfico, tenencia ilegal de armas y pertenencia a una organización criminal. Este golpe significativo sigue a una investigación que se prolongó por más de un año, iniciada en octubre de 2021, cuando se detectaron operaciones de venta de drogas en una vivienda de La Cañada Real.

'El Bola', cuyo historial delictivo ha puesto en alerta a las fuerzas de seguridad durante años, había configurado un intrincado sistema de ventas en un búnker dentro de la Cañada. Este punto de venta estaba diseñado para atraer a consumidores que buscaban pequeñas dosis, con un equipo estructurado que asignaba funciones específicas a cada miembro.

Los agentes que formaron parte de este operativo informaron que, a lo largo de la misión, se realizaron cuatro registros en los que se incautaron más de 8.000 euros, un arma larga, municiones y dos vehículos, uno de ellos de lujo. Estos hallazgos evidencian la envergadura y el nivel de organización del grupo criminal.

La vivienda utilizada como centro de operaciones se aseguraba con múltiples medidas de seguridad, haciendo el acceso casi imposible para la Policía. Según el informe de uno de los inspectores, las defensas incluían siete puertas acorazadas, y el sistema de alarmas era tal que en cuanto se intentaba abrir una de ellas, los miembros de la organización procedían a destruir cualquier indicio que pudiera incriminarlos.

La estructura del grupo criminal estaba compuesta por varios niveles. En la cúspide se encontraba el líder que, además de gestionar el suministro de drogas, implementaba estrictas medidas de seguridad para mantenerse en el anonimato. El nivel intermedio gestionaba la operación en la Cañada, mientras que la base consistía en 'aguadores', encargados de vigilar la presencia policial a cambio de dosis de estupefacientes.

Este fallido intento de obstrucción a la justicia no ha pasado desapercibido. El 13 de mayo, se ejecutaron los registros y se llevaron a cabo las detenciones, incluyendo la del líder del grupo. La autoridad judicial ha ordenado su encarcelamiento, marcando un avance importante en la lucha contra el narcotráfico en la comunidad madrileña.