La Guardia Civil ha llevado a cabo una significativa operación en Miraflores, donde han desmantelado una plantación clandestina de marihuana que operaba desde una vivienda particular. En esta intervención, se han incautado 42 kilos de cogollos de cannabis, 171 plantas en diversas fases de germinación, un arma de fuego y una suma de dinero en efectivo, según el comunicado emitido por la Comandancia de Madrid.

Tras la operación, se ha arrestado a tres hombres que, según las autoridades, enfrentan múltiples cargos. Estos incluyen delitos contra la salud pública, tenencia ilícita de armas, defraudación de fluido eléctrico y pertenencia a un grupo criminal, un ejemplo claro de la lucha contra el narcotráfico y la criminalidad organizada.

La investigación comenzó en mayo de este año, impulsada por la colaboración ciudadana, cuando se recibieron varias quejas sobre actividades inusuales en una vivienda localizada en una urbanización alejada. Los agentes de la Guardia Civil, al recibir estas alertas, iniciaron una investigación que corroboró las sospechas de la comunidad local.

A pesar de los esfuerzos de los inquilinos por ocultar su actividad delictiva mediante el aislamiento de la vivienda y un sistema de filtrado para mitigar ruidos y olores, la vigilancia de la Guardia Civil fue efectiva. Los sospechosos mantenían un estilo de vida discreto, con pocas salidas de la casa, limitándose a lo estrictamente necesario como compras o sacando la basura.

Con un auto judicial que autorizaba el registro, los agentes entraron en la vivienda, donde encontraron una considerable cantidad de marihuana, específicamente 41.860 gramos en cogollos, además de las 171 plantas. Durante el registro, también hallaron 472 euros en moneda fraccionada y un arma real, junto con un elaborado sistema de seguridad que monitorizaba todos los rincones de la propiedad.

Como resultado, los tres hombres arrestados, con edades comprendidas entre 21 y 30 años, fueron identificados como los responsables de esta plantación ilegal. Después de su captura, fueron llevados ante la autoridad correspondiente, que ha decidido que ingresen en prisión a la espera de juicio.