
En Madrid, el 27 de junio, la preocupación sobre la seguridad en las prisiones ha vuelto a crecer tras una nueva agresión que ha sufrido una funcionaria del servicio de Enfermería en la cárcel de Estremera. El sindicato CSIF Prisiones ha hecho un llamado urgente para que se actualicen y mejoren los medios de control y de seguridad, al tiempo que se demande un incremento en el número de trabajadores del sector.
El incidente, que fue reportado por CSIF Prisiones, tuvo lugar la tarde del jueves, alrededor de las 19:00 horas, cuando se desató una pelea entre dos reclusos en una de las galerías del centro penitenciario. Los funcionarios, en un intento por poner fin al conflicto, se encontraron con un tercer interno que actuó de manera agresiva. Este individuo insultó a los funcionarios y, en un acto violento, arrojó un cigarrillo a uno de ellos y propinó una brutal patada en la pierna izquierda a la funcionaria de Enfermería.
La gravedad de la situación llevó a que la funcionaria afectada requiriera asistencia médica para atender las lesiones recibidas, mientras que el recluso agresor fue trasladado a un área de aislamiento en el Departamento de Enfermería, como medida precautionaria.
En respuesta a este ataque, CSIF Prisiones ha exigido no solo una mejora en los medios de control, sino también una cobertura completa del personal, sugiriendo que se cubran todas las vacantes existentes y se realice un ajuste de la relación de puestos de trabajo conforme a las necesidades actuales del centro penitenciario.
Además, el sindicato ha subrayado la importancia de reconocer al personal penitenciario como agentes de la autoridad, lo que les brindaría las protecciones legales necesarias ante agresiones y permitiría acceder a una formación continua y especializada, vital para enfrentar los desafíos de su labor cotidiana.
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