Banda criminal que perpetraba robos en joyerías de múltiples provincias es desmantelada en Madrid y Sevilla
La Policía Nacional ha puesto fin a las actividades delictivas de un grupo criminal itinerante, de origen colombiano, dedicado a cometer hurtos y robos con violencia en joyerías de centros comerciales, logrando un botín de casi 200.000 euros, según ha informado la Dirección General de la Policía en un comunicado.
La operación policial ha resultado en la detención de cuatro personas en Madrid y Sevilla, donde se encontraba asentada la organización criminal, y tres de ellos han sido ingresados en prisión provisional.
Los miembros de este grupo utilizaban parte de los beneficios obtenidos de los robos para adquirir droga sintética, concretamente 2C-B, conocida popularmente como cocaína rosa, que luego vendían en el mercado.
Las investigaciones han permitido esclarecer seis delitos cometidos en distintas provincias de España, incluyendo Valladolid, Albacete, Málaga, Madrid, Alicante y Jaén.
En los registros realizados, la Policía ha decomisado un total de 4.465 euros en efectivo, numerosas joyas, indumentaria utilizada en los robos, dispositivos de seguimiento GPS, una cámara espía de vigilancia a distancia, así como una gran cantidad de dispositivos electrónicos y documentación relevante.
La investigación se inició tras la comisión de un robo con violencia en una joyería de Jaén, donde se sustrajo una manta con cadenas de oro. A partir de ahí, los agentes lograron identificar al autor material del robo y acreditar la existencia de al menos otras tres personas que operaban en conjunto.
A partir de este momento, se centraron en desmantelar un grupo criminal formado por individuos de nacionalidad colombiana, que se especializaban en cometer hurtos y robos con violencia en joyerías de todo el país.
Las autoridades pudieron establecer que los miembros de este grupo criminal eran itinerantes, ya que si bien tenían su base en Madrid y Sevilla, se desplazaban a otras provincias para llevar a cabo sus delitos.
Gracias a la coordinación entre distintos cuerpos policiales y a las numerosas medidas de investigación llevadas a cabo, se logró identificar el modus operandi de la organización, y se descubrieron numerosas denuncias en diferentes provincias de España.
Los delincuentes realizaban meticulosos actos preparatorios, incluso utilizando disfraces y cambiándose la ropa que utilizaban para realizar labores de vigilancia previas.
Posteriormente, llevaban a cabo los robos, asignando tareas específicas a cada miembro del grupo, tanto en el interior como en el exterior de la joyería. En su huida, utilizaban motocicletas para poder escapar rápidamente de la escena del crimen.
Los investigados también se encargaban de la logística, gestionando los vehículos que utilizarían en cada fase del robo, incluyendo la inspección del lugar, la comisión del delito y la huida.
Además, días antes de cada robo, acudían al lugar para familiarizarse con el entorno, identificando las posibles vías de escape y la ubicación del personal de seguridad.
En cada robo participaban al menos tres personas. Uno de ellos entraba en la joyería para solicitar que le mostrarán cadenas de oro, mientras que otro esperaba fuera con una motocicleta en marcha para la huida.
La investigación ha permitido esclarecer un total de seis delitos en diferentes provincias, logrando recuperar productos valorados en 190.000 euros.
La operación policial, que contó con la colaboración conjunta de agentes en Madrid y Sevilla, culminó con la detención de cuatro personas, tres de las cuales fueron enviadas a prisión provisional, y la realización de dos registros domiciliarios.
En estos registros, las autoridades se incautaron de una suma total de 4.465 euros en efectivo, numerosas joyas, ropa utilizada en los robos, dispositivos de seguimiento GPS, una cámara espía de vigilancia a distancia, así como una gran cantidad de dispositivos electrónicos y documentación relacionada con los principales miembros del grupo delictivo.
Además, durante los registros se encontraron dos bolsas de plástico transparentes que contenían cocaína rosa, lo que sugiere que esta droga sintética era una de las formas de financiamiento del grupo criminal.
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