En una contundente declaración, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha denunciado el uso de "kale borroka" por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, en un intento de mantenerse en el poder, tras los disturbios propalestinos que marcaron la reciente edición de La Vuelta Ciclista. Según Ayuso, estas manifestaciones se han justificado bajo falsas premisas humanitarias, lo que, a su juicio, pone en riesgo las bases del Estado de Derecho.

Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, que tuvo lugar en Alcalá de Henares, la presidenta madrileña criticó lo que considera una "pérdida de legitimidad sin precedentes" del gobierno central. Afirmó que este Ejecutivo está "blanqueando a Hamás" y atacando a la única democracia estable en el Medio Oriente, mientras que, en contraste, se glorifican regímenes que cometen violaciones graves de derechos humanos, al tiempo que se apoya a quienes exhiben banderas palestinas en las calles de Madrid.

El Consejo de Gobierno no solo se enfocó en evaluar los incidentes ocurridos durante el evento deportivo, sino que también destacó la connivencia del Gobierno central y del delegado Francisco Martín, responsabilizándolos por las protestas que llevaron a la cancelación de la última etapa de La Vuelta. Ayuso recalcó que estas acciones, que considera orquestadas desde la Moncloa, afectan gravemente los intereses de Madrid y sus ciudadanos.

La líder regional lamentó que el esfuerzo colectivo de quienes trabajan arduamente para proyectar a Madrid como un referente internacional en deportes esté siendo menospreciado por aquellos que abogan por la "kale borroka". En este contexto, Díaz Ayuso subrayó que se llevará a cabo un análisis exhaustivo de los daños causados durante el evento, calificando la situación de “gravísima” debido al impacto que tiene sobre el Estado de Derecho, la dignidad institucional, así como sobre la imagen de Madrid y de España en el exterior.