En una reciente visita a Valladolid, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha lanzado duras acusaciones contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a quien ha denominado el "jefe de la banda" detrás de la supuesta corrupción que rodea al PSOE. Almeida basó su afirmación en las declaraciones de Víctor de Aldama, señalando que si este último logra demostrar tan solo un diez por ciento de lo que ha afirmado en sus entrevistas, el futuro político de Sánchez sería irremediablemente oscuro.

La intervención del alcalde se produjo en el marco de los actos preparatorios para la XXVII Intermunicipal del PP, que se celebrará el próximo fin de semana en Valladolid. Durante su discurso, subrayó que Pedro Sánchez encarna "el centro neurálgico" de la corrupción en la Moncloa y en el Gobierno de España, sugiriendo que es responsable de la crisis de confianza que actualmente enfrenta el país.

Almeida fue aún más allá en su crítica y planteó que el destino de la nación depende de dos personajes clave: Carles Puigdemont, a quien calificó de "prófugo de la justicia", y Víctor de Aldama, quien posee la capacidad de influir de manera decisiva sobre la continuidad de Sánchez. Según Almeida, la situación es tan grave que una confirmación de las declaraciones de De Aldama podría llevar no solo a la caída de Sánchez, sino a un serio cuestionamiento del PSOE como ente político.

Asimismo, durante su discurso, el alcalde tomó como ejemplo la reciente obligación del exsecretario del PSOE de Madrid, Juan Lobato, de entregar su teléfono móvil al Tribunal Supremo. Almeida se detuvo a reflexionar sobre la coincidencia de que varios dispositivos móviles de líderes socialistas estén bajo el escrutinio de la justicia, sugiriendo que todos ellos comparten un mismo vínculo: "el número de teléfono del jefe de la banda".

Continuando con su crítica, Almeida acusó al PSOE de sacrificar la integridad en pro del "sanchismo", afirmando que se ven forzados a "agachar la cabeza" ante el líder socialista. En su opinión, Lobato tomó la decisión de dimitir porque es consciente de haber incurrido en una conducta que considera inaceptable, señalando además que su presentación de un correo con "orígenes dudosos" en la Asamblea de Madrid demuestra que sabía que sus acciones no eran las correctas.

Al cerrar su discurso, Almeida enfatizó que si Lobato hubiera actuado de manera adecuada, no tendría por qué haber dimitido y se enfrentaría a las exigencias de aquellos que piden su renuncia. Este mensaje contundente refleja la postura crítica del alcalde hacia el Gobierno y su determinación por señalar la corrupción donde él considera que se encuentra.