En un contundente análisis, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha calificado de histórico el reciente comportamiento del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Según Almeida, lo que hemos presenciado podría ser recordado como "uno de los suicidios políticos más notables retransmitidos en vivo". El alcalde asegura que Sánchez se encuentra en una posición de debilidad que, en su opinión, lo convierte en una figura política aún más peligrosa debido a su negativa a convocar elecciones y permitir una alternancia política saludable.

Las críticas de Almeida se centran en la rueda de prensa que Sánchez ofreció tras la reunión de su Ejecutiva federal, donde anunció una comisión de investigación en relación al caso Koldo y descartó de nuevo la posibilidad de un adelanto electoral. Para Almeida, el discurso de Sánchez reveló no solo debilidad, sino un comportamiento arrogante y fuera de lugar. Se cuestionó cómo el líder socialista puede afirmar que Koldo García no era de su confianza cuando es sabido que fue él quien le ayudó con los avales necesarios. Asimismo, la acusación de corrupción hacia Santos Cerdán levanta dudas sobre la cohesión y transparencia dentro del propio PSOE.

El alcalde no se detiene ahí, y cuestiona la autoproclamada singularidad del caso de corrupción mencionado por Sánchez, recordando que otros escándalos inminentes, como los que involucran a familiares del presidente, también deberían ser considerados bajo esa misma lupa. Almeida enfatiza que existe una serie de casos que podrían poner en tela de juicio la credibilidad del PSOE y su manejo en torno a la corrupción.

Almeida advierte que la debilidad de Sánchez no debe subestimarse; al contrario, sostiene que es un factor que lo hace más peligroso. La advertencia del alcalde es preocupante: al negarse a facilitar la alternancia democrática, Sánchez, según él, está minando uno de los pilares fundamentales del sistema político español. "Cuando Sánchez afirma que no dejará el cargo porque esto favorecería a otros partidos, está reconociendo implícitamente que existe un deseo generalizado de cambio entre los españoles", subraya Almeida.

La situación se torna crítica para Almeida, quien describe la negativa de Sánchez a convocar elecciones como una grave infracción del principio democrático de alternancia. Este acto no responde a lo que podría ser más beneficioso para el país, sino a su deseo de proteger su propia posición. "Lo que está en juego no es solo su futuro, sino la salud de la democracia en sí misma", concluye el alcalde, subrayando la necesidad de mantener una política que refleje la voluntad popular.