En el marco de la operación Old School, la Guardia Civil ha logrado detener a tres individuos que llevaron a cabo un audaz robo en una sucursal bancaria en Morata de Tajuña, Madrid, logrando apropiarse de la cantidad de 50.000 euros.

Según lo comunicado por la Guardia Civil este sábado, los delincuentes se hicieron pasar por clientes interesados en un préstamo, para luego, mostrar un arma al empleado del banco y a un técnico, con el fin de llevarse el dinero de forma violenta.

Las cámaras de seguridad del banco captaron a dos hombres ingresando a la sucursal con gorras, gafas y monos de trabajo, simulando ser clientes normales. Sin embargo, una vez en el interior, uno de los atracadores sacó un arma de fuego amenazando al trabajador para que abriera la caja fuerte.

Mientras esperaban que la caja fuerte se abriera, un técnico ingresó a la sucursal y fue obligado a quedarse en el lugar contra su voluntad. Una vez abierta la caja fuerte, los delincuentes se llevaron el botín de 50.000 euros junto con el empleado retenido.

Ante este suceso, la Guardia Civil desplegó un operativo en la zona y los agentes especializados en robos violentos comenzaron a investigar el caso, recabando información de testigos y logrando identificar a un tercer individuo que participó en el atraco como conductor del vehículo de escape, el cual era de color amarillo.

Tras una exhaustiva investigación, se logró identificar al conductor del vehículo, así como a los atracadores responsables del robo. Uno de ellos, ya cumplía condena por otro atraco realizado posteriormente en Madrid.

Además, se realizaron registros en dos domicilios, recuperando un arma de fuego, ropa utilizada en los atracos y dinero en efectivo. La autoridad judicial ordenó la prisión para los dos autores materiales del atraco, mientras que el tercer detenido quedó en libertad con cargos tras haber sustraído el vehículo empleado en la fuga.