Crónica Madrid.

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Sindicatos se oponen a las 37,5 horas laborales y critican a la Comunidad y CEIM

Sindicatos se oponen a las 37,5 horas laborales y critican a la Comunidad y CEIM

Un importante cambio se avecina para los trabajadores del sector privado y para los empleados de la Comunidad, que verán grandes beneficios a partir de ahora.

En Madrid, las líderes sindicales de UGT y CC.OO., Marina Prieto y Paloma López, respectivamente, se han reunido con varios sindicalistas frente a la sede de la CEOE-CEIM para exigir una jornada laboral de 37,5 horas, argumentando que esto mejorará la salud física y mental, aumentará la productividad y otorgará mayor libertad a los trabajadores. Además, aprovecharon la ocasión para protestar contra una Comunidad y una patronal que parecen estar en constante oposición.

Las dirigentes sindicales criticaron al Ayuntamiento de Madrid, liderado por José Luis Martínez-Almeida, por poner obstáculos a la celebración de derechos constitucionales como la libertad sindical y el derecho a la huelga, demostrando una vez más el desafío constante que enfrentan los trabajadores.

En presencia de líderes políticos como Enrique Santiago y Rita Maestre, Marina Prieto destacó la importancia de reducir la jornada laboral para beneficiar a millones de trabajadores en la Comunidad, mejorando su salud física y mental, reduciendo las bajas laborales y aumentando la productividad, algo que la patronal parece apoyar. Según Prieto, esta medida es crucial para lograr esos objetivos.

Por otro lado, tanto CC.OO. como UGT criticaron a la Comunidad de Madrid y a la patronal por oponerse a la reducción de la jornada laboral. Marina Prieto censuró la postura de la Administración regional, que parece no tener intenciones de implementar esta medida para los empleados públicos, a pesar de las repetidas peticiones de los sindicatos.

En la misma línea, Paloma López de CC.OO. arremetió contra la patronal y la Comunidad de Madrid, argumentando que su modelo laboral actual se basa en jornadas extenuantes y precariedad, en lugar de garantizar el bienestar de los trabajadores. Por el contrario, apostar por las 37,5 horas semanales traerá beneficios tangibles y permitirá a los trabajadores tener más libertad.