Prado 30 se transforma: se convertirá en centro de salud y cultura, dejando atrás los planes de museo y okupación.

El Ayuntamiento de Madrid ha establecido el verano de 2026 como horizonte para finalizar los trabajos de remodelación del emblemático edificio ubicado en la intersección de Prado 30 con Gobernador. Este inmueble se convertirá en un centro de salud moderno y un espacio cultural, remplazando las insuficientes instalaciones de la calle Alameda.
A lo largo de su historia, el edificio ha tenido múltiples roles; desde casa de socorro hasta centro de puericultura, así como archivo de juzgados y otros usos municipales. Se había considerado previamente su transformación en un museo dedicado al pueblo judío, además de un museo de arte y arquitectura, impulsado por el arquitecto argentino Emilio Ambasz. No obstante, el inmueble estuvo cerrado durante un largo periodo, marcado por la ocupación del centro social autogestionado La Ingobernable entre mayo de 2017 y noviembre de 2019.
Este no fue el primer intento de colectivos sociales de utilizar el espacio para fines comunitarios. En mayo de 2015, el grupo Patio Maravillas ocupó el edificio ante la inminente pérdida de su sede en Malasaña, protestando así contra la venta de espacios públicos a intereses privados y criticando la gestión de la entonces alcaldesa Ana Botella.
En 2013, Botella había firmado un acuerdo con Ambasz mediante el cual el Ayuntamiento cedía el edificio por 75 años para actividades culturales, mientras que la Fundación Ambasz se comprometía a invertir 10 millones de euros en su transformación en un museo. Sin embargo, este proyecto nunca llegó a materializarse.
Ya bajo la administración de José Luis Martínez-Almeida, el Ayuntamiento anunció en 2020 que el inmueble no albergaría el Museo Hispano-Judío, explicando que no se había podido aportar la documentación necesaria para seguir adelante con el proyecto.
Desde su llegada al consistorio, Almeida ha dejado claro su compromiso de actuar contra la ocupación, especialmente en el caso de este edificio. En los meses previos al desalojo, los dirigentes del Partido Popular expresaron su intención de destinar el espacio a necesidades del distrito Centro.
Las obras comenzaron en mayo y contemplan la transformación del edificio en un centro cultural de 1.638 metros cuadrados y un centro de salud de 1.758 metros cuadrados. El presupuesto total de la reforma asciende a 3,9 millones de euros, con un financiamiento dividido en un 48% del Ayuntamiento y un 52% de la Comunidad, de acuerdo a la superficie de los futuros servicios.
El nuevo centro cultural llevará el nombre de "Siglo de Oro", una elección que Almeida considera perfecta para el enclave, que se sitúa en un área representativa como el Paisaje de la Luz, en cercanía al Museo del Prado. Este espacio incluirá salas para exposiciones, estudios y una sala de lectura.
Se prevé que las obras se extiendan hasta el verano de 2026 e incluirán la consolidación estructural del edificio y mejoras en accesibilidad y medidas de evacuación. Asimismo, se realizarán trabajos para revitalizar el patio, ampliar la planta superior y restaurar las fachadas, modernizando las carpinterías exteriores para ofrecer mejores prestaciones térmicas y acústicas.
También está planificada la restauración del vestíbulo en la planta baja y de la majestuosa escalera que conecta las dos plantas, además de la demolición de elementos internos para dejar el edificio listo para futuras dotaciones.
Una vez completadas las reformas estructurales, el Ayuntamiento se encargará de acondicionar el espacio cultural, mientras que la Comunidad asumirá la construcción del centro de salud.
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