El Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea de Madrid ha decidido tomar una valiente iniciativa para combatir el grave problema de las drogas en la región, especialmente entre los jóvenes, en un contexto donde la cultura 'woke' parece estar inyectando un enfoque desinhibido respecto a este tema crucial.
En una reciente reunión con la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, el portavoz del PP, Carlos Díaz-Pache, ha informado que se registrará una comisión de estudio dedicada al impacto de las drogas en la comunidad. Este anuncio se produce a pocos días del inicio del nuevo periodo de sesiones en la Asamblea de Vallecas, que dará comienzo la semana próxima.
La intención es que la mencionada comisión comience a funcionar en marzo. Se prevé que el registro de la misma se realice en los próximos días y su duración será de un año, alineándose así con el nuevo Plan Regional contra las Drogas que acaba de ser aprobado.
Díaz-Pache ha subrayado que el propósito principal de esta comisión es analizar las consecuencias y problemas derivados del consumo de drogas en la región, poniendo un enfoque especial en los jóvenes. En sus declaraciones, ha remarcado la necesidad de comprender las repercusiones reales en la vida de aquellos que sufren de drogodependencia y sus familias, así como identificar qué factores contribuyen a este fenómeno y el negocio que se encuentra tras él.
El Grupo Popular busca incorporar a esta comisión una variedad de expertos, incluyendo profesionales del ámbito de la salud, la educación y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como testimonios de víctimas de adicciones y sus familiares.
El portavoz del PP ha afirmado que su objetivo es dar "la batalla" contra las drogas ante una cultura 'woke' que, según él, "lo impregna todo". Su meta es ayudar a los jóvenes a recuperar la libertad y autonomía que el consumo de sustancias potencialmente les puede arrebatar.
Díaz-Pache también ha expresado su preocupación por la "trivialización" del uso de drogas, en particular del cannabis, por parte de sectores de la izquierda. "Queremos que esto se tome en serio; el cannabis es un potencial puerta de entrada a otras drogas. Su consumo, especialmente el de variedades más potentes, puede agravar ciertas patologías y enfermedades mentales, incluyendo el riesgo de esquizofrenia, y causar la ruptura de familias", ha argumentado.
En ese contexto, ha llevado la conversación hacia el fenómeno del 'chemsex', una práctica que también considera ha sido minimizada y que, según Díaz-Pache, requiere un análisis cuidadoso del impacto que conlleva y de la forma en que se está llevando a cabo.
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