El agente de la Policía Nacional acusado por una activista de FEMEN de agarrarla del pecho durante una protesta en Madrid el pasado 20 de enero ha negado los hechos ante el juez encargado del caso. Tanto la defensa del agente como la representación legal de FEMEN han informado a los medios tras una comparecencia de 20 minutos ante el Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid. El abogado de FEMEN, Endika Zulueta, ha destacado que el funcionario policial “ha declarado que simplemente quería detenerla […] usando una maniobra policial, que quería cogerla por detrás, por los hombros".

Zulueta ha añadido que los agentes “tienen técnicas precisas en situaciones como estas en las que saben que FEMEN usan su cuerpo como medio para lanzar un mensaje". Según el abogado, “con las activistas de FEMEN nunca había pasado esto". Además, ha afirmado que resulta “fuera de lugar que se utilice la función policial para agredir sexualmente a una activista que está realizando una acción política".

El secretario general del sindicato Jupol, Aarón Rivero, que representa al agente implicado, ha señalado al término de la comparecencia que el policía solo utilizó una técnica policial de reducción frente a la activista, que “estaba agresiva y que quería reventar un acto que estaba plenamente permitido".

La activista de FEMEN confirmó este miércoles ante el juez Juan Javier Pérez el relato recogido en la querella presentada el pasado mes de febrero. La protesta de FEMEN estuvo protagonizada por tres mujeres que se manifestaron exhibiendo sus senos. “En un instante llegaron a su encuentro varios policías", unos detuvieron a dos manifestantes “con evidente profesionalidad" y otro policía cogió a la tercera mujer “por detrás apretándole sus senos con ambas manos", describe el escrito de la defensa de la activista.

En relación con las fotografías aportadas en el caso, Rivero ha asegurado que el agente solo introduce las manos por detrás de las axilas hasta los hombros y sujeta los brazos y la cabeza de la mujer. Sin embargo, Zulueta ha destacado que la fotografía aportada a la querella es determinante en cuanto a la violencia sexual sufrida por la activista.