En Madrid, el 31 de octubre, se han intensificado los esfuerzos legales contra un individuo acusado de abusos sexuales en Serranillos del Valle, conocido localmente como el "Pelicot español". Su abogado, representando a la acusación particular, ha instado a la Audiencia Provincial a que se le imponga una medida de prisión provisional inmediata debido a los elevados riesgos de fuga que representa el acusado, tras las graves acusaciones de haber violado repetidamente a las nietas de su pareja desde finales de 2020 hasta mediados de agosto de 2022.

El juicio, que finalizó con las exposiciones finales de cada parte el pasado miércoles, ha dejado fuertes interrogantes. A pesar de las contundentes pruebas en su contra, el acusado mantuvo su inocencia, afirmando que nunca tocó a las menores ni las sometió a ninguna sustancia. Sin embargo, un audio reveló su confesión a su esposa sobre los abusos sexuales, en el que admitió estar "obsesionado" con una de las niñas.

El fiscal, que representa los intereses del Estado, ha reiterado su demanda de una pena de 70 años de prisión, basándose en severos cargos que incluyen varios delitos de abuso sexual, coacciones y exhibicionismo sobre menores. Por otro lado, el abogado de la acusación particular, Alberto Martín, ha decidido elevar su petición inicial de 72 años a cerca de un siglo en prisión al incluir la agravante de alevosía, sumando así otros factores como el parentesco y la manipulación emocional.

Este desarrollo ha llevado a que se solicite la detención inmediata de Antonio tras el juicio, dado lo serio de los delitos imputados y el precedente de su liberación bajo fianza, la cual fue posible porque ninguna de las partes pidió prorrogar su prisión provisional anterior de dos años.

Durante el juicio, se presentaron grabaciones de las víctimas, en las que estas narraron haber sido sometidas a abusos diarios, manifestando que el acusado las obligaba a consumir "zumos rosas" que describieron como desagradables. Además, comentaron que a veces eran disfrazadas de personajes como conejos o enfermeras mientras el acusado les suministraba píldoras que les provocaban amnesia sobre lo acontecido.

El fiscal ha especificado que el procesado, identificado como A. A. V., realizó diversos actos sexuales hacia las tres menores, que eran las nietas de su pareja en ese momento. Sus acciones abarcaron desde besos y tocamientos inapropiados hasta prácticas más perturbadoras, todo esto en varios lugares, incluido su hogar y un parque cercano.

Las acusaciones también revelan que el imputado usaba métodos de manipulación, amenazando a las niñas con hacerles daño a ellas o incluso a sus hermanas pequeñas, lo que sembraba un profundo temor en sus corazones y limitaba su capacidad de resistencia ante los abusos.