
Durante estos días de intenso calor en Madrid, se han registrado preocupantes casos de golpes de calor en mascotas, especialmente cuando son dejadas dentro de vehículos. Esta ola de calor, que se prevé continuará al menos hasta el 14 de agosto, plantea serios riesgos no solo para los seres humanos, sino también para nuestros amigos peludos y emplumados.
Los veterinarios han emitido alertas, advirtiendo que los casos más comunes de golpe de calor ocurren en perros y gatos que permanecen encerrados en coches, terrazas o balcones. El Ayuntamiento de Madrid ha subrayado que estas situaciones pueden resultar fatales, puesto que los animales sufren graves condiciones si son expuestos durante horas a temperaturas excesivamente altas.
A diferencia de los humanos, los perros y gatos no poseen glándulas sudoríparas. Para regular su temperatura, lo hacen a través de la respiración rápida y superficial, un proceso conocido como jadeo o polipnea térmica. Sin embargo, este mecanismo es ineficaz en condiciones extremas y puede desencadenar un golpe de calor serio.
Los incidentes más alarmantes en Madrid se producen dentro de coches, que, incluso estacionados a la sombra y con algunas ventanas entreabiertas, logran alcanzar temperaturas peligrosas en poco tiempo. Con 35ºC en el exterior, un automóvil puede escalar a 55ºC en el interior en solo una hora, lo que pone en grave peligro la vida del animal.
Tampoco es seguro dejar a las mascotas en terrazas o balcones. La falta de sombra, especialmente a medida que avanza el día, puede llevar a un peligroso golpe de calor. Por este motivo, es aconsejable que, al salir de casa, los animales se queden en un lugar fresco y protegido del sol.
Asimismo, se recomienda evitar cualquier ejercicio físico durante las horas de más calor. Aunque los humanos deben tener prudencia, llevar a un perro a correr cuando la temperatura supera los 35ºC puede ser mortal para el animal, que no puede sudar. Es crucial ofrecer agua fresca cada vez que notemos que su jadeo se intensifica, señal de que está perdiendo humedad.
Identificar un golpe de calor en una mascota es vital. Los signos iniciales incluyen un jadeo acelerado, cuello y lengua extendidos, y en ocasiones, un comportamiento agitado. Si la situación empeora, el animal puede mostrar signos de sopor y perder el conocimiento, alcanzando temperaturas internas que van de 40 a 42ºC.
En estas circunstancias, lo primero es llevar al animal a un lugar fresco y ventilado, mojarlo con agua fría y ayudar a evaporar la humedad de su pelaje. Si responde adecuadamente, se le debe dar agua fresca y observarlo hasta que recupere su respiración normal. Si se está viajando, es mejor no continuar hasta que la temperatura del vehículo sea segura. Durante excursiones, es recomendable mojar el cuello y el dorso del animal de forma regular.
Si la mascota no muestra signos de mejoría, es urgente acudir a un veterinario. Durante el traslado, se puede aplicar un paño húmedo en su cabeza para ayudar a enfriarlo.
En el caso de las aves, el sol y el aire fresco son beneficiosos; sin embargo, el calor extremo puede ser perjudicial. Si las temperaturas superan los 30ºC, es mejor trasladar la jaula al interior. Si se decide mantenerla al aire libre, debe ser únicamente en las horas más frescas del día.
Los síntomas de un golpe de calor en aves incluyen plumas adheridas al cuerpo, inquietud en la jaula y respiración rápida con el pico abierto. Si se detectan estos signos, es crucial retirar a las aves del sol y pulverizarlas suavemente con agua. Si no muestran mejoría, se debe acudir de inmediato al veterinario.
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