En una destacada intervención reciente, la Guardia Civil ha logrado desmantelar una red delictiva en la operación Chullo, resultando en la captura de ocho individuos implicados en el fraude de 60.000 euros usando tarjetas bancarias robadas.

Los arrestados son responsables de aproximadamente veinte casos de hurto, cuya actividad delictiva se remonta a finales de julio del año anterior, cuando las víctimas comenzaron a reportar la pérdida de objetos personales tras ser distraídas por un extraño.

Mediante un meticuloso examen de las grabaciones de seguridad en diversas tiendas y establecimientos, las autoridades pudieron rastrear y localizar a un grupo criminal que operaba en distintas localidades de la Comunidad de Madrid.

Este grupo delictivo se caracterizaba por alquilar vehículos empleando identidades falsas, tras lo cual se dirigían a supermercados, grandes superficies y estaciones de servicio para llevar a cabo sus robos. Al elegir a sus víctimas—generalmente personas que regresaban de hacer compras o de llenar combustible—uno de sus miembros generaba una distracción, ya sea solicitando direcciones o afirmando que se le habían caído objetos al suelo.

Este truco permitía distraer a las víctimas, dando a otro miembro del grupo la oportunidad de acceder rápidamente al vehículo y sustraer pertenencias antes de escapar con el botín.

La cantidad total de dinero robado, sumando tanto el efectivo como el fraude a través de tarjetas bancarias, asciende a alrededor de 60.000 euros. Las actividades delictivas han sido registradas en una amplia gama de localidades, incluyendo Majadahonda, Villaviciosa de Odón, Villanueva de la Cañada, Villanueva del Pardillo, Aravaca, Alcobendas, Leganés y la capital, Madrid.

Los ocho detenidos enfrentan cargos que comprenden veinte delitos de hurto, once delitos de falsedad documental, diez por estafa y la pertenencia a un grupo criminal. Esta operación fue ejecutada por el Área de Investigación del Puesto Principal de la Guardia Civil de Majadahonda.