Crónica Madrid.

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López destaca "la verdad" y la "mayoría social" como claves en la Puerta del Sol: "Defendemos el sanchismo con orgullo".

López destaca

En un discurso contundente, el secretario general del PSOE-M y actual ministro para la Transformación Digital y la Función Pública, Óscar López, ha trazado un ambicioso plan para conectar los gobiernos socialistas en Moncloa, Madrid y Cataluña. Denominando esta estrategia como un "tres en raya" socialista, López enfatizó la importancia de la "verdad" y la movilización de la "mayoría social" como pilares fundamentales para alcanzar sus metas.

Este llamado fue realizado durante su intervención en la apertura del 15 Congreso Regional del PSOE-M, el cual se celebra en la Universidad Carlos III de Madrid, ubicada en Leganés. Con una atmósfera renovada, testigos del evento, incluido el president de la Generalitat, Salvador Illa, así como otros altos dirigentes, estaban presentes en la sala. López hizo hincapié en que la izquierda debe ser vista como valiente, potente y de buen humor, contrastando su visión optimista de la política con la supuesta amargura de la oposición.

Iniciando su discurso con una declaración de unidad, López subrayó que "ningún jugador es más importante que el equipo". Reconoció la labor de alcaldes, concejales, militantes y sindicatos que han apoyado al PSOE-M. También hizo un llamamiento a los "cientos de miles de progresistas" de la Comunidad de Madrid para que se unan al partido en su esfuerzo por revivir la relevancia del PSOE en la región tras décadas de sequía electoral.

El secretario general mostró su alineación con la Ejecutiva federal del partido y se declaró "orgulloso del sanchismo", sugiriendo que los logros bajo este liderazgo, tales como el aumento de pensiones y la mejora en el empleo, son indicadores de éxito que el partido debería exhibir con orgullo.

Además de sus objetivos inmediatos, también mencionó a destacados referentes del partido, incluyendo al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien fue reconocido por sus decisiones clave en la historia reciente de España. López argumentó que la figura de Zapatero representa la "izquierda valiente" y citó logros significativos como la retirada de las tropas de Irak y el matrimonio entre personas del mismo sexo.

En un momento de su discurso, López se dirigió directamente a sus críticos, que afirman que "Madrid es muy difícil" debido a su inclinación hacia la derecha. Sin embargo, su análisis político se centró en figuras como Rafael Simancas y Ángel Gabilondo, situando su historia como un ejemplo de cómo, a pesar de las dificultades, es posible llegar al poder.

El ministro no se contuvo en sus críticas hacia el Partido Popular (PP), encabezado por Isabel Díaz Ayuso, afirmando que su enfoque transformaría Madrid en un "club privado". En este contexto, López utilizó metáforas para expresar su desdén por lo que considera tácticas engañosas del PP, sugiriendo que en lugar de avanzar, la administración actual desvía recursos hacia privatizaciones.

Un momento clave en su intervención fue cuando hizo una declaración provocativa: "A los socialistas nos gustan las cañas. A mí me gusta la Navidad. Anda que no montáis copas de Navidad". Sin embargo, fue claro en su disidencia hacia la corrupción, manifestando que lo que realmente no toleran es el robo sistemático por parte de los que se encuentran en el poder.

Óscar López resaltó la figura de Salvador Illa como el tipo de liderazgo que se necesita en la actualidad, con un fuerte enfoque en la unidad y el servicio tanto en Cataluña como en Madrid. Promovió la idea de que, al combinar estos dos territorios—que representan más del 50% del PIB y más del 30% de la población de España—pueden construir un futuro próspero bajo la dirección de un presidente socialista.

Antes de cerrar su intervención, López cedió la palabra a la secretaria general de las Juventudes Socialistas en Madrid, Aránzazu Figueroa, quien hizo hincapié en la importancia de la juventud en la política actual. Figueroa destacó que los jóvenes no son solo el futuro, sino también el presente del PSOE y de Madrid, e hizo un llamado a la colaboración entre el partido y la juventud para transformar la comunidad.

Finalmente, Figueroa no escatimó en críticas hacia las políticas del PP, acusando al partido de proporcionar "basura" a los ancianos en las residencias, de empeorar la situación de los hospitales y de contribuir a la precariedad, que afecta especialmente a los jóvenes que buscan acceso a la vivienda. Su intervención cerró con un apremio para una defensa activa de la democracia, en un contexto que ella misma calificó de polarización y auge de ideologías extremas.