El panorama político en Madrid se agita ante la intervención del secretario general del PSOE-M, Juan Lobato, quien se prepara para una comparecencia ante los medios en la Asamblea de Madrid en medio de un escándalo que ha sacudido los cimientos del socialismo madrileño. Este martes, la atención se centra en la reciente y polémica acción de Lobato, quien ha acudido a una notaría a registrar chats de WhatsApp que, según se informa, están relacionados con supuestos delitos fiscales de la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

La jornada del lunes había sido maratónica para Lobato, comenzando con varias intervenciones y una rueda de prensa tras la Junta de Portavoces. Sin embargo, la tarde estuvo marcada por un silencio inquietante que pocos hubieran anticipado, especialmente en un contexto tan explosivo. De este modo, su equipo optó por enviar la convocatoria a los medios a primera hora de la mañana del martes, intensificando las especulaciones sobre lo que está por venir.

La decisión de Lobato de acudir sin previo aviso a la notaría ha tomado a muchos por sorpresa. En esta ocasión, se registraron mensajes de WhatsApp intercambiados con Pilar Sánchez Acera, quien ocupa el cargo de jefa de Gabinete del ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, que anteriormente se desempeñaba como jefe de Gabinete del presidente Pedro Sánchez. Este movimiento suscita cuestiones sobre la naturaleza de sus comunicaciones y su posible implicación en el caso que paraliza a la política madrileña.

Durante su intervención previa, Lobato afirmó que recibió un correo electrónico el 14 de marzo de parte de Sánchez Acera, en el que se implicaba al novio de Ayuso en la comisión de delitos fiscales. Sin embargo, el secretario general del PSOE-M defendió que esta información llegó a los medios antes de ser comunicada a él, lo que añade una capa de complejidad a un asunto ya de por sí delicado que lanza sombras sobre la transparencia del PSOE-M.

La situación se complicó aún más cuando, el mismo lunes, Lobato fue citado a declarar el próximo viernes en una causa instruida por el Tribunal Supremo. Esta causa gira en torno a la presunta revelación de secretos de la pareja Ayuso, específicamente sobre el correo que le fue enviado por Pilar Sánchez Acera. Un hecho que podría tener implicaciones significativas para la reputación de Lobato y su posición en el partido.

Como era de esperar, las primeras reacciones no tardaron en aparecer. Algunas voces críticas dentro del PSOE-M comenzaron a demandar la dimisión de Lobato, argumentando que ha "roto la confianza". Estas demandas se han intensificado a medida que se acerca el Congreso Federal del PSOE, programado para este fin de semana en Sevilla, donde muchos desean que Lobato no esté presente a raíz de este escándalo.