Crónica Madrid.

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Líder de Bastión Frontal enfrenta juicio por incitación a la violencia contra musulmanes y marroquíes.

Líder de Bastión Frontal enfrenta juicio por incitación a la violencia contra musulmanes y marroquíes.

Madrid, 3 de abril. La Audiencia Provincial de Madrid se apresta a llevar a cabo el juicio de María Isabel Medina Peralta, prominente figura del grupo extremista de derecha Bastión Frontal. Este jueves, se le imputarán cargos por incitar a la violencia y a la hostilidad hacia la comunidad musulmana y los inmigrantes marroquíes, lo que podría resultar en una condena de hasta 42 meses de prisión, según la acusación del Ministerio Público.

La Fiscalía argumenta que sus declaraciones y acciones han generado inquietud entre los inmigrantes y musulmanes, además de constituir un ataque a la dignidad de estos colectivos mediante la propagación de prejuicios y estereotipos dañinos. Con ello, buscan demostrar que las palabras de Peralta han trascendido a un nivel que pone en riesgo el bienestar de comunidades enteras.

El Ministerio Público ha presentado una acusación formal por un delito que afecta a los derechos fundamentales y libertades públicas, en el que se incluye la provocación a la discriminación y el odio. Este tipo de acusaciones resaltan la gravedad de sus actos y su potencial peligro social.

El cargo señala que Peralta utilizó su cuenta de Twitter para convocar una manifestación no autorizada frente a la Embajada de Marruecos. En su mensaje, empleó lemas incendiarios como "Alto a la invasión" y "Marruecos, estado terrorista", añadiendo exclamaciones que incitaban a la violencia, como “¡Que se prepare la puta embajada!”.

Dicha movilización se organizó en medio de tensiones entre España y Marruecos, derivadas de la crisis migratoria que tuvo lugar en la frontera de Ceuta, donde se registraron intensas avalanchas humanas que permitieron la entrada irregular de cientos de migrantes, muchos de ellos menores de edad.

Durante la manifestación, Peralta, en calidad de líder de la organización, tomó la delantera y pronunció un discurso utilizando un altavoz. En su mensaje, hizo un llamado a la violencia apoyándose en sus prejuicios hacia los migrantes marroquíes y musulmanes, asociando la inmigración con la suplantación de la identidad cultural.

En medio de su discurso, Peralta retomó consignas coreadas por los asistentes, tales como "No es inmigración, es una invasión". La multitud, en respuesta, vitoreaba su intervención con gritos organizados como "España cristiana y no musulmana", "contra el Islam, lucha radical", y "Bastión Frontal", todo mientras exhibían las insignias del grupo y dos pancartas con mensajes que cuestionan la intervención del Rey, el Gobierno y la Unión Europea frente al "expansionismo marroquí".