Crónica Madrid.

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La Real Casa de Correos celebra 40 años como símbolo de historia, cultura y deporte en la Presidencia.

La Real Casa de Correos celebra 40 años como símbolo de historia, cultura y deporte en la Presidencia.

En un emotivo acto celebrado en la emblemática Real Casa de Correos, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha puesto de relieve la importancia de este edificio como un símbolo de unidad y reconciliación en la historia de España, en el marco de la celebración de su 40 aniversario como sede de la presidencia regional, que se conmemora en 2025.

A pesar del tenso ambiente político actual con el Gobierno central, Ayuso subrayó que la Casa de Correos ha sido testigo de importantes episodios históricos, recordando su papel durante la Transición española y la historia de innumerables opositores políticos que allí fueron encarcelados, desde monárquicos hasta socialistas. La presidenta afirmó que Joaquín Leguina fue clave en la recuperación de este edificio como un patrimonio para los madrileños.

Durante su intervención, hizo un llamado a recordar la esencia de la unidad que prevaleció durante la Transición, proclamando que este edificio representa una época en la que las divisiones políticas se superaron y se forjaron lazos de cercanía entre los ciudadanos. Además, se dirigió a sus predecesores, evocando una conexión intergeneracional en la gestión de la Comunidad de Madrid.

Elegantes figuras del pasado y el presente se dieron cita en el patio de la Casa de Correos, donde algunos de los ex presidentes regionales se reunieron con miembros del actual gobierno y otros representantes políticos. La celebración comenzó con una actuación musical que agregó un aire festivo y nostálgico al evento, evocando la rica cultura madrileña.

Un video presentado durante el acto destacó los hitos más significativos del edificio a lo largo de su historia, desde su inauguración en 1766 como oficina de correos hasta su papel como un lugar clave en la proclamación de la Segunda República y su etapa como sede de la Dirección General de Seguridad. Además, se enfatizó su influencia en la cultura popular, siendo un punto de referencia para artistas, cineastas y escritores.

El evento también hizo honor a los logros deportivos de España, enfatizando que la Real Casa de Correos ha sido testigo de las grandes victorias de los atletas nacionales, quienes siempre han encontrado un cálido recibimiento en este lugar. La tradición de las campanadas de Nochevieja también tuvo su momento, con una anécdota que subrayó la conexión emocional que los madrileños tienen con este emblemático reloj.

El cierre del acto estuvo a cargo de reconocidos artistas, entre los cuales destacaba el músico Nacho Cano, quien celebró el espíritu de Madrid bajo el liderazgo de Ayuso, evocando una visión positiva del futuro. Cano, con un tono humorístico, se dirigió a los presentes alabando su papel en la sociedad.

El escritor Fernando Savater ofreció una reflexión sobre el significado del reloj de la Casa de Correos, resaltando su simbolismo de reconciliación y su papel en la construcción de un futuro compartido para todos los españoles. Su intervención resonó con la idea de unir a la sociedad en torno a valores comunes.

Por su parte, la periodista Marta Robles rememoró el impacto cultural de Madrid a lo largo de las décadas, destacando la influencia de la Movida y su legado en la transformación de la ciudad como un espacio creativo. Las intervenciones de diversas figuras del mundo del deporte reflejaron el apoyo del gobierno regional a las actividades deportivas, subrayando la llegada de eventos de relevancia internacional a la Comunidad.

Los asistentes al acto incluían políticos de diferentes formaciones, quienes brindaron sus mejores deseos a la Real Casa de Correos en este significativo aniversario. Aunque algunos representantes de Vox y Más Madrid no estuvieron presentes, el acto se desarrolló en un ambiente de celebración y reflexión sobre el futuro de Madrid.

En conclusión, el acto no solo conmemoró la historia de la Real Casa de Correos, sino que también sirvió como un llamado a la unidad y a la búsqueda de un futuro en el que todos los madrileños puedan sentirse parte de una misma comunidad, respetando su rico pasado y mirando hacia adelante con esperanza.