La Eurocámara investigará el impacto ambiental de la expansión de la Línea 11 de Metro, incluyendo la tala de árboles.
La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo ha accedido a la solicitud de las asociaciones vecinales para investigar la ampliación de la Línea 11 del Metro de Madrid. Estas obras, financiadas con fondos del Banco Europeo de Inversiones (BEI), implican la tala de casi 700 árboles y la desaparición de zonas verdes y jardines.
Un grupo de vecinos de Madrid ha presentado hoy ante esta comisión una petición para abrir una investigación sobre el préstamo de 372 millones de euros que el BEI otorgó en junio de 2022 para llevar a cabo esta ampliación de la L11 del Metro.
Durante su intervención, Susana de la Higuerra, representante vecinal, ha mostrado su apoyo a la ampliación de la red de Metro, pero ha rechazado la forma en que se plantea actualmente, ya que implica la tala de 676 árboles y la eliminación de zonas verdes. De la Higuerra ha afirmado que es posible conciliar el interés general de una infraestructura de transporte público y la preservación de los árboles y ha destacado que proyectos anteriores no implicaban la mutilación del entorno verde.
En este sentido, los vecinos han solicitado volver al proyecto original, argumentando que no se realizó una nueva evaluación de impacto ambiental con la modificación del mismo en 2022.
Aunque la Comisión Europea ha señalado que no tiene competencia en la tala de árboles en el diseño urbanístico de las ciudades, ha decidido mantener abierta la petición y derivarla a la Comisión de Medio Ambiente.
La petición ha recibido el respaldo de los socialistas, liberales, verdes e izquierda, mientras que el Partido Popular se ha opuesto, argumentando que el plan final contempla la tala de la mitad de los árboles inicialmente previstos y defendiendo que se compensará plantando 17.000 nuevos árboles.
En respuesta a las críticas, el eurodiputado del PP, Pablo Arias, ha defendido que Madrid es una de las ciudades más arboladas de Europa y ha afirmado que cumple con los estándares medioambientales europeos. Arias ha destacado que el proyecto de ampliación del Metro contribuye a reducir las emisiones y es una apuesta por el transporte público.
Por su parte, el representante del PSOE, César Luena, ha denunciado esta actuación como "injusta e irracional" y contraria al futuro. Luena ha lamentado que los ciudadanos afectados tengan que acudir a Bruselas porque no son escuchados en Madrid y ha manifestado que la Línea 11 debe construirse, pero con un proyecto alternativo que no destruya las zonas verdes.
En la misma línea, el representante de Ciudadanos, Jordi Cañas, ha criticado la adicción de algunas administraciones públicas a la tala de árboles y ha pedido estudiar alternativas responsables y viables para la ejecución de estas obras de ampliación del Metro.
Por otro lado, Ana Miranda, del BNG, ha destacado que, a pesar de la reducción de los planes iniciales, la tala de más de 600 árboles sigue siendo un atentado contra la naturaleza y ha instado a suspender la financiación del BEI si el proyecto no resuelve las dudas medioambientales.
Asimismo, la representante de IU, Sira Rego, ha criticado al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y a la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, por priorizar el asfaltado de la ciudad en lugar de preservar las zonas verdes. Rego ha destacado que la tala de árboles va en contra de las medidas para evitar una "isla de calor" en el centro de Madrid y enfrentar los desafíos del cambio climático.
Por último, Miguel Urban, de Anticapitalistas, ha calificado el proyecto de "psicopatía contra los árboles" y ha lamentado que la capital no tenga suficientes parques y zonas verdes. Urban ha destacado que nadie está en contra del Metro, sino a favor de llevar a cabo la ampliación de una manera que no implique la tala de árboles.
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